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El drama de las mujeres en situación de calle: no cuentan con centros residenciales

Son 111 en la Región y no cuenta con centros ni planes de inserción que se ajusten a sus necesidades. Por eso, quienes comparten a diario con ellas aseguran que es de suma importancia incluir perspectiva de género en los programas estatales para así abordar la problemática de forma más eficiente.

Por: Daniela Salgado 30 de Julio 2018
Fotografía: Raphael Sierra P.

A las 10 de la noche el centro de Concepción deja atrás el bullicio característico de las metrópolis por un silencio que sólo es interrumpido por el ruido del transitar de los autos y el ladrido de uno que otro perro. Las cortinas de los locales comerciales están cerradas, los recolectores de basura se encargan de limpiar el paseo peatonal y los cartoneros montados en sus triciclos, toman todo aquello que sirva para reutilizar.

En medio de ese escenario, comienza a aparecer la otra cara de la noche penquista. Carpas improvisadas, cubiertas de lyon y cartones, colchones, frazadas y ropa, todo sirve para sobrellevar una noche más del crudo invierno. Dentro de ese diminuto espacio hay hombres y mujeres que convirtieron la calle en su hogar.

De acuerdo al último informe del Registro Social Calle, en la Región hay 956 personas en situación de calle, de ellos 111 son mujeres, o sea el 11.6%. El grupo etario predominante son las entre 30 y 44 años, correspondiente al 45.9%, le siguen las de 45 y 59 años (26.1%), las de 18 y 29 representan el 19.8% y las adultos mayores el 8.1%.

A diferencia de las ofertas de programas orientadas a hombres en situación de calle, las mujeres no cuentan con centros de acogida ni planes estratégicos orientados a sus necesidades. Es por eso que se torna más complejo realizar los seguimientos y por ende cortar la cadena de pobreza extrema.

Los planes existentes

El Programa Noche Digna del Ministerio de Desarrollo Social destinada a personas en situación de calle contempla dos líneas de trabajo. Según detalló el seremi regional de la cartera, Alberto Moraga, “tenemos una oferta permanente como las hospederías y una transitoria que conocemos como Plan de Invierno y que incluye las Rutas Calle, Ruta Social y Ruta Médica. Sumado a eso tenemos el Código Azul que es una medida de emergencia que permite abrir un refugio para 50 personas”.

Carolina Echagüe M.

Dentro de los permanentes o Centros para la Superación, se encuentran los Centros del Día, Hospederías Noche Digna, Residencias para la Superación, Casa Compartida y Centros de Referencia. Todo ellos, están ocupados en un 83%, lo que refleja la importancia de los planes de ayuda.

Pese a lo anterior, la oferta para mujeres es escasa, de hecho no existe una residencial especializada para ellas. La razón, se podría atribuir a que son menos en población y porque, a juicio del jefe Social Provincial Concepción-Arauco del Hogar de Cristo, Luis Cuevas, “las características de los dispositivos destinados a personas en situación de calle no se ajusta a la condiciones que ellas requieren.”.

Ante eso, cree que una solución factible es “incluir el concepto de género que no está presente en un diseño de política pública”.

Para María Isabel Villalón, asistente Social y Jefatura de Unidad de Centro Día de Concepción, a lo anterior se debe sumar la problemática de las enfermedades mentales ya que “queda invisibilizada la discapacidad psiquiátrica con el consumo porque muchos de los programas no tienen el soporte para cubrir esas realidades.

Raphael Sierra P.

El diagnóstico es compartido por el seremi de Desarrollo Social, quien además agregó la urgencia de cambiar los métodos de recolección de información. “Debemos cambiar de un enfoque cuantitativo que solo se preocupaba de cuántos son, a uno cualitativo que nos permita determinar quiénes son y por qué están ahí”.

La Seremi de la Mujer y Equidad de Género, Marissa Barro, aseguró que contar con esa información exacta permitirá “enfocar algunas líneas específicas para trabajar con ellas, pero también es indispensable que más allá de los gobiernos o las instituciones, la sociedad se haga cargo y se produzca un cambio cultural donde todos seamos capaces de ponernos en el lugar del otro”.

Quiénes son

Luis Cuevas, en base a su experiencia se atreve a describir cinco perfiles y motivos que llevan a las mujeres a convertir la calle en su hogar.

El primero, y que cree ha ido aumentado en el último tiempo, son mujeres de 20 a 30 años que presentan un historial asociado a residencias o dispositivos del Sename. Muchas de ellas, presentan alguna manifestación, no necesariamente diagnosticada, de enfermedades mentales no tratadas, además de un consumo problemático de drogas.

El segundo grupo, corresponde a las de 35 a 50 años y que terminaron en calle como consecuencia de enfermedades de salud mental. En esos casos, no necesariamente hay consumo de sustancias; el tercer perfil son mujeres que han huido de su casa en el contexto de violencia intrafamiliar y trae consigo menores de edad que están a su cuidado.

Las adultas mayores que quedan en situación de abandono representan el cuarto tipo y finalmente, están aquellas que tienen una trayectoria en situación de calle, o sea, niñas que crecieron en dichos espacios y que formaron allí una constitución de pareja.

Falta de especialización

Quienes comparten a diario con las personas en situación de calle saben que la gran falencia de los programas está en falta de especialistas. Apuntan a que los esfuerzos no se centren sólo en centros de albergues, sino en la creación de equipos multidisciplinarios que aborden sus problemáticas de formas individuales. Y es que no todos responden de igual forma a los planes de inserción o tratamientos ambulatorios, por que tal como hemos mencionado las causas son tan múltiples como los perfiles de los implicados.

Patricia García, directora de la Corporacion Hallazgo y encargada de los Albergues de Concepción y Lorenzo Arenas, precisó que “tenemos que hacer un trabajo psicosocial, terapéutico y de adicciones, cosa imposible de hacer desde la calle”.

Carolina Echagüe M.

A eso agregó que es de suma urgencia que “el Ministerio de Salud tenga una actitud más activa con las mujeres porque están más propensas a todo y en la actualidad no existe un canal directo”. Si bien destacan el avance y las Rutas Médicas, saben que es complejo realizar un seguimiento en los tratamientos.

La sexualidad es otro de los temas que preocupa a las instituciones de acogida, según sus cifras, el 85% de las mujeres que están en situación de calle tienen a sus hijos en el Sename y ven con decepción que esa realidad está lejos de terminarse.

Con respecto a lo anterior, el subdirector de Gestión Asistencia del Servicio de Salud de Concepción, Dr. Carlos Grant, respondió que “aunque la Ruta Médica está enfocada principalmente en detectar cuadros de urgencia o enfermedades asociadas a la época invernal, también aborda la prevención y educación sexual, con especial atención en las mujeres. Para ello, si bien no es posible entregar anticonceptivos de manera directa porque es necesaria una evaluación previa, el equipo de la Ruta Médica deriva a las mujeres que lo necesiten a una evaluación profesional a cargo de una matrona, y así ellas acceden a los métodos anticonceptivos que comprende el programa de salud”.

En síntesis recalcan la importancia de habilitar un centro exclusivo para ellas, que los proyectos sean atingentes a distintos perfiles, con personal especializado, más amigables y no tan amplios en cobertura. Saben que la tarea es compleja y que nadie tiene posee la pócima perfecta, pero tienen la certeza que “cuando integras a mujeres a procesos de acompañamientos psicosocial, éstas se insertan rápido en la sociedad. Entonces, con los recursos mejor focalizados podemos disminuir notoriamente la cantidad de población en situación de calle”, finalizó Luis Cuevas.

Carolina Echagüe M.

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