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Ibuprofeno y paracetamol: ¿cuándo y cuánto tomar cada fármaco?

Por: César Herrera 17 de Julio 2018
Fotografía: Pexels

Dos de los medicamentos más comunes y de mayor consumo en el mundo, sobre todo en la temporada invernal, son el paracetamol y el ibuprofeno. Si bien ambos son fármacos ingeridos para aliviar el dolor de cabeza o disminuir la fiebre ¿cómo saber cuál es mejor y cuándo?.

Para tomar cualquier decisión hay que tener claro qué es cada compuesto:

Ibuprofeno

El ibuprofeno es un fármaco que pertenece al grupo denominado analgésicos antiinflamatorios no esteroidales (Aines). De manera general, este grupo de medicamentos actúa inhibiendo la biosíntesis de diversas moléculas, entre las que destacan las prostaclandinas. Estas moléculas son importantes mediadores químicos de la inflamación, dolor y fiebre; por lo tanto, el ibuprofeno puede servir para el tratamiento sintomático tanto de la inflamación, dolor somático y fiebre, explicó el químico farmacéutico, Doctor en Farmacología y director de la carrera de Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello sede Concepción-Talcahuano, Mauricio Muñoz.

A lo ya mencionado, el también químico farmacéutico, magíster en Salud Pública (C), Hector Ireland agregó que la acción del ibuprofeno es inhibir unas enzimas responsables de la inflamación. “Esta acción periférica no es sólo en el sitio donde está la lesión o traumatismo, ya que este complejo enzimatico se encuentra en otras zonas del organismo, y su inhibición puede producir por ejemplo alteraciones de la coagulación, elevación de la presión arterial, problemas a nivel renal entre otros efectos”.

El académico de Química y Farmacia de la Universidad San Sebastián Concepción, Carlos Meza, detalló a su vez que el mecanismo de acción del ibuprofeno se basa en su capacidad de inhibir una enzima llamada “ciclooxigenasa” (COX), de tipo 1 y 2, localizada, como se menciona en el párrafo anterior, en la periferia y que lleva a la disminución de la síntesis de prostaglandinas y tromboxanos, obteniéndose tanto su efecto clínico como también sus efectos adversos.

Paracetamol

El paracetamol, por su parte, es un buen analgésico, es decir que se utiliza para tratar el dolor, careciendo de una acción antiinflamatoria. Esta función molecular la realiza gracias a que inhibe la síntesis de prostaglandinas en el sistema nervioso central y bloquea el impulso doloroso a nivel periférico. Es ademas un termoregulador, por lo que se utiliza para tratar la fiebre. Este complejo mecanismo sumado a la transformación estructural, principalmente hepática, nos lleva a tener la precaución de usarlo en pacientes que tengan algún tipo de patológia de origen hepático o alteraciones a este nivel. Por eso esta contraindicado en pacientes con insuficiencia hepática o en su defecto se debe ajustar la dosis.

Asimismo, el mecanismo de acción del paracetamol más aceptado es su capacidad de inhibir a la misma enzima COX, “pero de localización central (Sistema Nervioso Central), denominada COX-3, involucrada en la producción de mediadores que producen dolor y fiebre, siendo ésta una de las razones que explican su nulo efecto antiinflamatorio”, señaló el químico farmacéutico, Carlos Meza.

¿Cuándo tomar uno o el otro?

Por los efectos antes mencionado, el ibuprofeno se utiliza en afecciones relacionadas al dolor asociado a la inflación como: lesiones musculares, articulares, dolor de “muela”, dolores menstruales, además de ser útil en casos de fiebre, detalló el director de la carrera de Química y Farmacia de la Unab, Mauricio Muñoz,

En tanto, el paracetamol al no tener efecto antiinflamatorio se utiliza en el tratamiento del dolor que no este asociado a inflamación como el dolor de cabeza ocasional leve y molestias asociadas a la gripe o fiebre, afirmó el especialista.

Ambos medicamentos se pueden administrar por distintas vías, explicó el académico de la USS, Carlos Meza, siendo la más utilizada la vía oral en las siguientes dosis:

Ibuprofeno

Adultos: 200-600 mg, tres a cuatro veces al día (no superar los 3.2 gramos al día)
Niños: 100-200 mg, cada ocho horas, en suspensión pediátrica de 100 mg/5 ml o 200 mg/ 5 ml.

Paracetamol

Adultos: 500 mg a un gramo, cada cuatro a seis horas, no superando los cuatro gramos diarios.
Niños: 30 mg/kg de peso del niño por día, dividido en tres a cuatro tomas.

El médico internista del Servicio de Medicina Interna del Hospital Regional de Concepción, Demetrio Del Río, aseveró que hay que poner atención al uso de más de 3 gramos al día de paracetamol (6 pastillas de 500 mg), las que pueden tener efectos en el hígado, sobre todo si supera los 4 gramos.

Además, el médico advirtió que el consumo de ibuprofeno en comprimidos de 600 mg, (400 mg dosis habitual) sólo entregará mayores efectos adversos.

“Se ha demostrado que algunas personas no tiene un resguardo de las cantidades y usan dosis supraterapéutica, o sea, un exceso en la dosificación para calmar rápido sus dolores”, sentenció el especialista del Hospital Regional.

No son inocuos

Las contraindicaciones respecto a ambos medicamentos se relacionan con el principalmente con el estado y condición del paciente y el perfil de efectos adversos que distinguen a estos fármacos. En esta línea, el ibuprofeno puede tener efectos lesivos sobre la mucosa gástrica y aumentar los procesos de producción de ácido en el estomago. Por otro lado, también el ibuprofeno podría generar un aumento de la presión arterial y disminución de la función renal, además de tener potenciales efectos negativos sobre el sistema cardiovascular, por lo que su uso está contraindicado principalmente en pacientes con lesiones gástricas como úlceras, hipertensos, personas con algún grado de insuficiencia renal y pacientes en riesgo cardiovascular, aseveró el Dr. Muñoz.

En tanto, el paracetamol tiene como principal efecto adverso su toxicidad hepática, por lo que está contraindicado en pacientes con algún grado de daño hepático. En pacientes alérgicos a la aspirina, el consumo de paracetamol puede inducir alergias con broncoespasmo. “Pero en general, este fármaco es bien tolerado, siendo el efecto adverso más grave la toxicidad hepática”, manifestó Meza.

Por su parte, el médico del Hospital Regional de Concepción, Demetrio Del Río, expresó que ambos fármacos, tanto el ibuprofeno como el paracetamol, inhiben una serie de procesos encimáticos que son necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo. “Por ejemplo, procesos encimáticos que están presentes de forma normal en el riñón, en el corazón, en el estómago, y es por eso que se describen efectos secundarios por el uso de estos medicamentos, sobre todo gastrointestinales, de úlceras, dolor abdominal, gastritis o muchas veces hipertensión o infartos o arritmias en el corazón si es que se usan en dosis altas”, detalló Del Río.

Por lo anterior, “pacientes con enfermedad renal, con úlcera péptica, con tratamiento anticoabulante, con tratamientos con cordicoides, con asma, muy hipertensos o con cardiopatía coronaria severa, por nombrar algunos, no debiesen usar este tipo de medicación para calmar sus dolores”, enfatizó el médico del Hospital Regional.

Además, cada medicamento va ejercer una función molecular distinta en nuestro organismo, que a su vez va a mejorar un problema de salud específico pero que no están exentos de producir algún daño para la salud. “Por ende deben ser prescritos correctamente por el profesional competente y dispensados en una farmacia con el respaldo profesional del Químico Farmacéutico“, advirtió Ireland.

La recomendación siempre es ir a un médico y ante cualquier consulta o duda de uso, la composición, interacción con otros medicamentos y cuidados que debe tener, acuda a cualquier farmacia del país y de manera gratuita solicite hablar con el químico farmacéutico, que es el profesional más idóneo que responder este tipo de consultas, concluyó Muñoz.

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