El renombre con que cuenta el plantel se debe a casi un siglo de historia donde la tónica ha sido la formación de primer nivel, el aporte al desarrollo regional, la difusión de la cultura y el contacto con la comunidad. Sin embargo, nada de ello habría sido posible sin el compromiso de figuras fundacionales, entre las que destacan Enrique Molina y Virginio Gómez, entre otros.
Ha pasado casi un siglo desde que un grupo de destacados vecinos penquistas dieron vida al proyecto de la Universidad de Concepción, primer plantel nacional que se fundara fuera de Santiago. Se trataba de una inquietud compartida por personas de todos los colores políticos, diferentes religiones y pensamientos filosóficos.
Fundada oficialmente el 14 de mayo de 1919, gracias a la iniciativa del Comité Pro Universidad, liderado por Enrique Molina Garmendia, primer rector, y Virginio Gómez González, entre otros; el plantel venía a responder a una creciente inquietud en el sur de Chile por contar con una institución de educación superior más cerca que Santiago. La opción natural era Concepción, por su influencia histórica y, además, porque ya contaba con algunos cursos superiores en el Liceo de Hombres.
Un par de meses antes, en marzo de 1919, ya estaba todo dispuesto para comenzar las clases en la naciente casa de estudios. En un local arrendado en calle Caupolicán se concretaba el anhelo cuando el profesor Salvador Gálvez dictó su primera clase de Química, con implementos bastante básicos, pero sabiendo que hacía historia, pues el curso de Química Industrial fue el primero a nivel universitario de esta disciplina en Chile. Junto a ello, la UdeC impartía las carreras de Dentística, Pedagogía en Inglés y Farmacia, con un total de 120 matriculados.
Vale recordar que la Universidad nació aparejada con el proyecto de un Hospital Clínico, el que fue postergado. Aun así, en 1924 se abrieron los primeros cursos de Medicina, una vez que la Universidad consolidó sus cursos de Ciencias necesarios para una buena enseñanza médica. Recién en 1944 sería inaugurado el recinto hospitalario.
En cuanto a los estudios de Derecho, en el año 1929 el fisco decidió cerrar el Curso Fiscal de Leyes que mantenía en la ciudad, en el que se formó un sinnúmero de connotados personajes de la vida pública de Concepción y del país, entre ellos el Presidente Juan Antonio Ríos. El curso de Leyes se dictaba en dependencias del Liceo de Hombres y cuando se anunció su cierre, los directivos de la Universidad decidieron absorberlo, creando así la carrera de Derecho.
Ya a mediados de siglo destaca la labor del rector David Stitchkin, (1956 a 1962 y 1968) a quien le apodaban el faraón por su interés en concretar obras como el foro de la UdeC, así como su impulso a hitos culturales como el TUC, los Encuentros de Escritores, la Orquesta Sinfónica y la Escuela de Verano.
Hoy, a 99 años de aquel acontecimiento, la Universidad de Concepción se ha consolidado como una de las casas de estudios más importantes del país y de Sudamérica. Fiel a su lema “Por el desarrollo libre del espíritu”, se ha transformado en referente académico a nivel científico, social y cultural, destacando un interés constante en el bienestar de los habitantes de la Región del Bío Bío y de todo el sur del país.
Actualmente, la UdeC dispone de 91 ofertas académicas de 67 carreras, e imparte docencia de pregrado a 25.033 estudiantes en sus campus de Chillán, Concepción y Los Ángeles, así como a más de 3 mil alumnos de postgrado distribuidos entre programas de magíster, doctorados y especialidades de la Salud.