Momento emotivo fue para todos los fieles, cuando el papa Francisco incensó, a modo de veneración, la representación de la Virgen María.
La escultura partió desde Concepción, en la travesía más larga que ha hecho en los últimos 40 años. Ésta recorrió casi 300 kilómetros hasta Maquehue (Temuco), donde fue honrada por el santo padre.
El padre Yuliano Viveros, párroco de la Iglesia San Agustín de Concepción y encargado principal del traslado de la figura religiosa, declaró que “fue algo que ciertamente reverdeció la devoción a esta advocación mariana, sobre todo, para quienes conocieron la forma en que llegó la imagen acá, las dificultades propias del viaje y lo que implicó custodiarla durante una semana”.
Muchos de los guardias papales, junto a los sacerdotes y al al coro, se tomaron fotografías con ella. Todos, según Viveros, la encontraron muy bella y, con respecto de su recorrido, “encontraron muy significativo que viniera desde Concepción para acompañar este proceso de eucaristía”.
Durante el trayecto la figura no sufrió de daños ni de inconvenientes. Además, así como se realizó una ceremonia de despedida por la marcha de la Virgen hasta Temuco, se espera una celebración por su regreso a la Iglesia San Agustín de Concepción.
Aunque no hay nada confirmado, desde ayer, las llamadas habrían iniciado para recibir, con la presencia de las Fuerzas Armadas, el retorno de la imagen sagrada.
Isidoro Valenzuela M.