Se trata del primer caso de hantavirus en confirmarse para este 2018, pero corresponde a la persona número 18 que se agrega a la lista de personas que ingresaron al sistema por consulta durante en 2017, específicamente, el 31 de diciembre pasado. Una cifra que resulta preocupante debido al crecimiento en la cuantía de los contagiados en la Región del Bío Bío, comparativamente mayor que los nueve del 2016 y que los 13 en 2015. A su vez, alarmante se muestra el crecimiento de una enfermedad cuya “letalidad” alcanzó el 33%” durante el año anterior.
El último afectado, informó la Seremi de Salud Biobío, corresponde a un hombre de 57 años, quien cargaba fardos en el sector rural de Llollinco (comuna de Tomé), la semana antes de Navidad. Éste fue atendido con técnica de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO, por sus siglas en inglés), la cual permite dar un tiempo para que uno de los pulmones enfermos descanse mientras se realiza la circulación de sangre a través de órgano respiratorio artificial. El objetivo de ésta consiste en mejorar la entrega de oxígeno y la remoción del anhídrido de carbono (CO2). También se le aplicó suero hiperinmune, un componente cargado de anticuerpos neutralizantes promovido por el Ministerio de Salud (Minsal), que contribuyó en bajar el número de muertes en un 15% en el grupo intervenido.
El Minsal reiteró nuevamente dentro de las medidas de prevención que las mayores situaciones de riesgo corresponden al ingreso de lugares cerrados y con escasa iluminación como, por ejemplo, galpones, bodegas y leñeras, así como cabañas previamente desahitadas y sin ventilación. Igualmente, recalcó en el cuidado en el manejo de leña, malezas u objetos en posible contacto con ratones silvestres. Especial énfasis dedicó al manejo de alimentos y de basura, junto a su almacenamiento y disposición. Mantenerlos ordenados, alejados y aislados, sobre todo, en el exterior.