Vacaciones y realizar un trabajo remunerado en otro lugar son parte de las justificaciones para usar un instrumento falso. Inmune asegura que debe haber un cambio radical en el sistema de Salud.
Buscando dar a conocer la opinión que la población tiene con respecto al uso de licencias médicas falsas, la empresa Inmune elaboró una nueva versión de la Encuesta Nacional de Percepción de Licencias Médicas, que mediante el levantamiento de datos telefónicos reveló que el 63% de la población del Gran Concepción considera que el uso de permisos médicos injustificados es frecuente o muy frecuente.
La encuesta, que incluyó a 1.066 personas a nivel nacional, de los cuales 151 pertenecen a la Región, específicamente a Concepción, San Pedro de la Paz y Chillán, reveló además que el 64% de los encuestados en Bío Bío considera que presentar licencias médicas irregulares es un delito grave y, donde el 70% de los consultados está de acuerdo con que se efectúen duras sanciones contra los facultativos que emitan este tipo de documentos sin justificación.
Álvaro Díaz, gerente general de Inmune, afirmó que es relevante generar mayor conciencia en la población sobre la magnitud y el daño que genera el uso injustificado de licencias médicas. “El mal uso de este subsidio es un delito estipulado en la Ley 20.585, que indica que de hacer mal uso se arriesgan a penas de cárcel que van desde los 61 días a los 3 años, además de multas que alcanzan los $3,5 millones. Esta ley sanciona de igual forma al doctor que emite una licencia sin fundamento médico o que simplemente la vende, como al paciente que la recibe o la compra”.
Rodrigo Varela, gerente legal de Inmune, explicó que si bien la actual encuesta, al compararla con la anterior muestra que existe una mejora con respecto a la conciencia de las personas sobre el uso malicioso de una licencia médica, lamentablemente aún el número de personas que no tiene conocimiento de las implicancias del hecho son altas.
De hecho, los resultados, según detalló Varela, revelaron que el 68% de los encuestados (a nivel nacional) tiene la percepción de que el uso de licencias médicas injustificadas es frecuente o muy frecuente, y un 58% cree que este delito ha aumentado en los últimos años.
Por lo mismo, recalcó, que es esencial que la población tome conciencia, lo que debe hacerse a través de políticas públicas y privadas encaminadas a educar a todas las personas, incluidos los médicos sobre las implicancias que conlleva el mal uso de las licencias.
Agregó que la encuesta determinó la existencia de mayor conciencia en los grupos ABC1/C2 al ser comparados con los C3/D/E, “pero que la experiencia demuestra que es una práctica transversal más frecuente de lo que uno imaginaría. El uso indebido de una licencia médica tiene una gran cantidad de variables desde irse de vacaciones, trabajar en otro lugar percibiendo dos remuneraciones, hasta cuidar a hijos enfermos”.
Manifestó que el sistema chileno requiere un cambio urgente, pues Chile es el único país a nivel mundial que tiene el sistema de licencias médicas, en donde el subsidio es pagado en su totalidad por las aseguradoras después de 11 días y en el cual se puede estar con licencia médica por años, y en donde quienes determinan la aprobación y rechazo son juez y parte.
“Un ejemplo cercano y distinto sería Argentina, donde las licencias médicas son pagadas por el empleador. Por lo mismo, adolece de muchas falencias. El nuestro necesita una renovación urgente, órganos públicos encargados de la fiscalización, dotados de mayor infraestructura y personal que tenga la capacidad de abarcar la cantidad de licencias médicas que al día de hoy se tramitan en Chile (más de 5 millones el 2016). Sin cambio y control seguiremos siendo un país con una alta tasa de abuso de este instrumento que desvía recursos del sistema de salud, ya que el gasto en licencias médicas sin justificación médica está alcanzando los 650 millones de dólares”, dijo Varela.
De hecho, enfatizó que el mal uso de las licencias médicas perjudica a todos los chilenos, ya que el subsidio se paga con un porcentaje del 7% de todos los trabajadores. Cada vez que se mal utiliza una licencia no sólo se comete un delito sino también se está poniendo en juego la fe pública y se provoca un círculo vicioso en donde pagan justos por pecadores”.
En otros datos aportados por la encuesta de Inmune, según explicó Díaz, el 70% de los encuestados creen que los más perjudicados con el uso injustificado de este instrumento son los trabajadores, el 69% piensa que es Fonasa, un 47% las empresas y un 46% cree que son las isapres.
Mientras que el 71% cree que la persona que usa una licencia médica injustificada no siente nada de remordimiento, mientras que el 68% manifestó que sentiría mucho remordimiento si presentara una licencia médica injustificada en su trabajo.