Ciencia y Sociedad

Cáncer de mama: el reto de aumentar la pesquisa de la primera causa de muerte en mujeres

Hay un procedimiento sencillo de aplicar de forma masiva que identifica lesiones muy iniciales, que permiten terapias menos invasivas y curativas, porque en 90% de los casos se puede sobrevivir si el diagnóstico es temprano.

Por: Natalia Quiero 29 de Octubre 2023
Fotografía: Contexto

“El cáncer de mama es un problema de salud pública creciente en Latinoamérica: se duplicó entre 1995 y 2010”, advirtió de forma enfática el doctor Thomas Hofmarcher, economista de la salud del Institute for Health Economics de Suecia, y lo hizo en base a la evidencia que recopila un informe que caracteriza la situación del cáncer de mama (CM) en la región.

Así que el de mama es el cáncer más común y mortal entre las mujeres, si bien varones pueden padecerlo. Realidad de la que no se escapa Chile, cuyos datos nutren al reporte que el experto abordó en el 20° Seminario Latinoamericano de Periodismo de Ciencia y Salud que se desarrolló durante septiembre en Sao Paulo, Brasil, y al que Diario Concepción asistió.

El evento convoca a periodistas de medios de comunicación de distintos países para integrar instancias que tratan temas sociosanitarios contingentes para actualizar conocimientos, mejorar competencias y potenciar el rol de los profesionales de democratizar el acceso a información verídica y oportuna para educar, concienciar y empoderar a las personas para que tengan saberes y herramientas para tomar las mejores decisiones que contribuyan a su bienestar.

Pesquisar para salvar

Es el claro caso del CM, que dejó 3.193 víctimas fatales el último tiempo en Chile y 292 de la Región del Biobío, el 99% mujeres y 1% hombres, según el informe para 2021-2022 del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud (Minsal).

Aunque el escenario podría ser opuesto a la luz de investigaciones, tanto por la certera posibilidad de reducir la carga de factores de riesgo para prevenir o retrasar el desarrollo de la patología y porque 9 de 10 mujeres diagnosticadas podrían sobrevivir si accedieran a una detección precoz. Por ello, Horfmarcher enfatizó que la ciencia y experiencia demuestran que “uno de los principales retos es la pesquisa”, y que pilares son las políticas públicas junto a responsabilidad y autocuidado.

Ahí lo vital de comunicar, informar, educar, concientizar y empoderar a través de distintos frentes y con diversas acciones. Eso se busca promover con especial ahínco en octubre como Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, por el Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer de Mama cada 19, bajo el impulso de la Organización Mundial de la Salud (OMS), si bien el esfuerzo no debe parar nunca porque esta enfermedad que se diagnostica en demasía a diario y muchos casos de forma tardía.

En este escenario, el investigador afirmó que “el estado de detección influye significativamente en la tasa de supervivencia”. Mientras más precoz es mayor la supervivencia, hasta superar el 90% en una lesión pequeña y que se trata rápidamente. Además, los tratamientos que se requieren son menos complejos e implican menores costos en salud pública e impactos económicos y socioemocionales en personas, familias y naciones.

Avances y retos

Por ello el economista en salud expuso que se la OMS fijó la meta de diseñar políticas para que 60% de los diagnósticos se hagan en estados 1 o 2 del cáncer. Y aseveró que el estudio demostró que en esta esfera Latinoamérica tiene mucho que avanzar, pero que la realidad chilena se contrapone y así debe seguir avanzando: “Chile logró alcanzar la meta de la OMS, pero todavía puede mejorar en relación con números de Europa”, destacó.

Se debe al programa de tamizaje que aborda al grupo etario de mayor riesgo. Aunque hay brechas que acortar en términos de acceso que no se pueden obviar ni siquiera en Chile, como que las mujeres acudan a los controles según corresponda. Ello, aclaró, tiene que ver con que las evidencias muestran que, además de desafíos de salud pública en torno a disponibilidad oportuna de terapias o brindar las más innovadoras y efectivas que hay, el temor a un eventual diagnóstico limita o retarda la asistencia a tamizaje o controles.

Y en este sentido relevó que para aumentar la pesquisa uno de los desafíos cruciales a superar es alfabetizar en salud, lo que se hace desde la comunicación y democratización del conocimiento para educar y empoderar. En el CM se relaciona con mantener siempre en la agenda pública y visibilizada la existencia e importancia del tamizaje, también señales de alerta que lleven a consultar rápido y los factores de riesgo de su desarrollo que permitan encender alarmas al tiempo de revelar la existencia de protectores. Así, como positivo efecto colateral, se aporta a la promoción de la salud y prevención de la enfermedad en miras al bienestar.

 

Mamografía anual y la posibilidad de salvar la vida

Si aumentar la detección precoz del cáncer de mama es una meta es porque el desarrollo científico, tecnológico y médico brindan la posibilidad de salvar vidas, permitiendo pesquisar lesiones en etapas tan iniciales que son prácticamente imperceptibles, lo que marca una vital diferencia.

Lesión precoz

“En el cáncer de mamas, como en todos los tumores, si se detectan lesiones pequeñas el tratamiento es con intención curativa, a diferencia de si se detecta en etapa avanzada”, aseveró la doctora Esther Rodríguez, oncóloga del Hospital Las Higueras de Talcahuano, Clínica Biobío y Clínica Sanatorio Alemán.

No significa que detectar un tumor en fase más avanzada siempre tenga un destino fatal, porque resaltó que cada vez hay más terapias efectivas y que están aumentando la sobrevida ante diagnósticos más tardíos o en cánceres más agresivos. El punto es que son procedimientos mucho más complejos e invasivos y que afectan más la calidad de vida, además de que implican mayor costo que los métodos convencionales que son los que hacen parte de la cobertura pública y por ello los tratamientos más innovadores no están al alcance de todas las personas.

Una detección precoz o una lesión pequeña significa que ésta no se nota al tacto. En cuanto a sus características, idealmente no supera 1 centímetro de tamaño, además de estar localizado y no se ha expandido por la mama y otras zonas.

“La pesquisa en el cáncer de mamas está dada por la mamografía, que es el estudio gold estándar, que se puede hacer de forma masiva”, aseveró la doctora Rodríguez.

“Con una mamografía podemos pesquisar un cáncer de mamas realmente en una etapa inicial, incluso es posible pesquisar microcalcificaciones que se asocian a alteraciones de cáncer muy precozmente”, precisó la doctora Carmen Sepúlveda, radióloga de Clínica Biobío.

Ello se explica por la alta sensibilidad de este examen radiológico que le hacen pilar del tamizaje en la población, si bien en ciertos casos el estudio de la CM se puede complementar con otras pruebas como la ecografía mamaria, técnica de ultrasonido que no identifica dichas microcalcificaciones, pero sí es indicado por otros factores. “En mamas de características densas que pueden ocultar ciertas imágenes nodulares se indica la ecografía”, precisó la especialista.

La pesquisa clínica debe siempre ir de la mano con el autoexamen (ver más abajo).

Factores de riesgo

El inicio de la pesquisa para cada mujer la dan los factores de riesgo para el desarrollo del tumor, resaltó la oncóloga Esther Rodríguez.

La edad y el paso del tiempo son una variable crítica, con un riesgo que empieza a aumentar progresivamente desde los 40 años. Aunque en mujeres más jóvenes también pueden darse casos. Aquí también influye la biología al ser mujer y la genética, particularmente por mutación de los genes BRCA1 y BRCA2 que es posible de detectar con un examen. En la misma línea está el antecedente familiar.

Los anteriores son factores que no se pueden evitar, pero advirtió que también hay otros en el ámbito de los modificables y relacionados directamente con los hábitos de vida, cuya prevalencia se vinculan con cambios epidemiológicos e incremento en los casos de cáncer, como son el sobrepeso u obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo.

Además, contó que “la lactancia materna tiene impacto en disminuir el cáncer de mama”, por lo que no amamantar con el riesgo. En la misma línea el uso de anticonceptivos orales, particularmente los que poseen estrógeno que apuntó  como implicado en el desarrollo de la enfermedad, siendo esencial que la prescripción la haga un especialista desde una evaluación integral de la mujer según sus antecedentes.

Sobre la base de esta información es que la doctora Rodríguez sostuvo que “la pesquisa del cáncer de mama debe comenzar con un examen a los 35 años, siempre y cuando la paciente no tenga antecedentes familiares importantes”.

Según los resultados del examen inicial, como también de los factores de riesgo de cada persona, la recomendación general es que “mujeres desde los 40 años se realicen una mamografía anual y, de ser necesario, se realizarán exámenes complementarios”, apuntó la radióloga Carmen Sepúlveda.

Esta periodicidad está dada porque, en términos generales, se considera que es el rango de tiempo que permite que la lesión cancerígena permanezca en un estado pequeño que derive en una detección precoz.

Los factores de riesgo e indicaciones generales orientan el programa nacional de pesquisa del cáncer de mama del Minsal. Ahí el énfasis de las médicas de instar a las personas a informarse, empoderarse, ser responsables, cuidar su salud y vida de la mano de factores y medidas sencillas y que dependen de las propias decisiones y acciones.

El vital autoexamen

Desde la organización sin fines de lucro Aprofa, que hace más de 60 años trabaja en Chile para defender los derechos sexuales y reproductivos de todas las personas, han generado una campaña de difusión y concientización sobre el rol del autocuidado y autoexamen en la pesquisa del cáncer de mama, diseñando un folleto disponible junto a otras informaciones en su sitio web aprofa.cl.

Porque el autoexamen de mamas, que debe ser de tacto y visual, se debe integrar como acción a realizar una vez al mes (sobre todo desde los 35 años), para identificar de forma precoz cualquier anomalía que haga sospechar de una lesión o afección y consultar tempranamente.

Para que el autoexamen sea efectivo es esencial del autoconocimiento del propio cuerpo, en este caso mamas, para poder detectar signos de anomalía o malestar.

Las señales de alerta a detectar son:

-Cualquier bulto o nódulo palpable en la mama o axila.
-Aumento de volumen en una zona de la mama o en toda ésta.
-Enrojecimiento o descamación en la zona del pezón o la mama.
-Hundimiento o desviación inusual del pezón.
-Secreción del pezón (excepto leche durante la lactancia).
-Dolor en cualquier zona de la mama.

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