Ciencia y Sociedad

Endometriosis: ese dolor menstrual que no se debe naturalizar

La menstruación se asocia a malestar por causa natural que las mujeres toleran y hasta se invisibiliza, cuando lo cierto es que la dolencia intensa no es normal y siempre tiene que alertar. La normalización tiene directa relación con el alto subdiagnóstico de una compleja patología ginecológica que afecta al 10% de las féminas en edades fértil.

Por: Natalia Quiero 18 de Marzo 2023
Fotografía: Freepik

Distensión abdominal, incomodidad y dolor. Esos u otros síntomas los sienten muchas niñas y mujeres en edad reproductiva mes a mes, a veces por varios días. Es la menstruación. Y es que este periodo suele asociarse con malestares que no se pueden evitar y se deben aguantar, de lo que se habla entre pares para acompañarse o que sólo se vive en innato silencio.

Porque es un proceso biológico, es parte de la naturaleza femenina.

Así que la vida tiene que continuar. Incluso si la dolencia es muy fuerte hay que ir a clases o trabajar, realizar labores cotidianas en lo doméstico y familiar, mantener las relaciones y actividades sociales. Aunque tal vez ayude a aliviar el acudir a beber una infusión de hierbas, poner un “guatero” sobre la barriga o tomar uno de esos analgésicos infaltables en el botiquín hogareño.

¿Por qué normalizar?

Lo que muchas veces no se sabe es que “que te duela no es normal”. Esa consigna se eligió para conmemorar el 14 de marzo al Día Mundial de la Endometriosis 2023, instaurado para tener un contexto para concientizar la existencia e impacto de una patología que sufren muchas féminas, muchas también sin saberlo. El mensaje busca interpelar el por qué se tolera y normaliza el dolor, cuando este cumple la función fisiológica que alarma e indica que algo no está bien en el cuerpo.

Y es que el dolor menstrual es uno de los principales síntomas y señales de la endometriosis, advierte el doctor Igor Silva, médico ginecólogo obstetra formado en la Universidad de Concepción (UdeC) y especialista en Clínica Biobío, como también que ha estado invisibilizada por la naturalización del dolor, que la rodea el desconocimiento y también un alto subdiagnóstico.

Es una realidad nacional e internacional que muchas no sepan que la padecen y por eso sufren al menstruar, haciendo necesaria la efeméride para hablar de esa endometriosis que la Organización Mundial de la Salud estima que afecta a 1 cada 10 las niñas y mujeres (10%) en edad reproductiva, es decir, desde la primera menstruación a la última (menarquia y menopausia, respectivamente).

Un anormal tejido

Así que, si se trata de hablar, hay que empezar por lo básico.

El endometrio es el tejido que reviste al útero y cumple funciones cruciales en la reproducción y gestación. Este se forma durante el ciclo menstrual que dura cerca de 28 días y cuando no hay embarazo se desintegra, causando el sangrado.

La endometriosis es una enfermedad que ocurre cuando el tejido endometrial se ubica fuera de la cavidad uterina”, precisa Silva.

Con esta presencia anómala se refiere a distintas partes de la anatomía femenina: “Lo más habitual es en la pelvis: trompas uterinas, ligamentos que sostienen el útero, vejiga y recto. Excepcionalmente, existe la posibilidad de que la endometriosis esté en lugares fuera de la pelvis como ombligo e incluso los pulmones”.

En efecto, la endometriosis provoca una reacción inflamatoria mayor, más allá del el útero, inflama las distintas zonas en que se aloja. Ahí la presencia de dolor tan generalizado como intenso, en que el especialista sostiene que “el síntoma más frecuente es la dismenorrea o dolor durante la regla que puede ser leve, moderado o severo”.

En la escala del dolor, plantea que el leve es el “normal” al menstruar, que no provoca inconvenientes para realizar actividades diarias. En el siguiente nivel están quienes sí necesitan medicarse con un analgésico para poder funcionar bien en el día a día y lo logran. “La dismenorrea severa es la mujer que, lamentablemente, una vez al mes queda incapacitada para hacer sus actividades diarias como ir al colegio, universidad o trabajo”, advierte.

Silva comenta que según el sitio que afecte la enfermedad se presentan otros dolores como de tipo urinarios, al defecar, durante o después de las relaciones sexuales (dispareunia), o dolor pélvico crónico.

Náuseas, cansancio y fatiga también pueden estar presentes en la afección ginecológica. Además, se ha relacionado con problemas a nivel del estado de ánimo y perjuicios en la salud mental. Y en algunas mujeres también se asocia con infertilidad.

Una variedad de síntomas que se pueden concebir como efectos y consecuencias que tiene la compleja endometriosis para alertar de su presencia y encauzar mejor los esfuerzos para su diagnóstico.

 

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Dolencias y cambios en la fase menstrual siempre deben ser alerta para consultar

Que la endometriosis tenga la etiqueta de compleja es por muchas razones, si es que todo el malestar e impactos sobre la calidad de vida fueran pocos.

Lo primero que releva el ginecólogo Igor Silva es que es una enfermedad de la que no existe claridad sobre su origen, por lo que no se ha podido establecer una población de riesgo para enfocar la búsqueda, a excepción de ser mujer en edad fértil.

Eso sí, se manejan hipótesis y lo más aceptado es su causa multifactorial. La OMS dice que se cree que la endometriosis podría ser consecuencia de la “menstruación retrógrada” (la sangre menstrual que contiene células del endometrio fluye hacia la cavidad uterina en vez de salir del cuerpo a través del cuello del útero”.

También menciona la teoría de la metaplasia celular como causa (células adoptan una forma distinta y algunas que están fuera del útero podrían transformarse en similares al endometrio) y la proliferación de células precursoras.

Otra complejidad es que es una patología crónica; no tiene cura, salvo al llegar la menopausia, que el especialista precisa como fase en que tiende a desaparecer.

No hace más fácil el panorama, pensando en la consulta y diagnóstico, que haya síntomas que podrían relacionarse con otras condiciones como el dolor vinculado asociado a inflamación de colon o que pueden pasar desapercibidos o minimizarse y aliviarse con el uso de remedios caseros y fármacos que venta libre, plantea el facultativo. Tampoco se debe obviar esa peligrosa normalización del dolor menstrual. Factores que inciden en la falta de la consulta y diagnóstico de muchos casos.

Controlar para mejorar

Sin embargo, hablar de endometriosis y sus impactos es la clave para alertar e instar a consultar en cuanto una niña o mujer perciba una anomalía; para sospechar de la enfermedad, buscarla, encontrarla y abordarla.

Pues será difícil cuantificar el riesgo, identificarla e incurable, pero Igor Silva destaca que la endometriosis se puede diagnosticar con certeza, tratar y controlar.

El diagnóstico se hace mediante distintos procedimientos, desde la anamnesis del profesional en la consulta hasta ecografías y uso de videolaparoscopía para observar la endometriosis, cuenta.

Cuando se confirma, el paso siguiente es iniciar el tratamiento adecuado para cada persona, ya que el indicado depende de condiciones e intereses de cada mujer. El nivel del malestar, la edad, el tipo de actividad habitual, la existencia de maternidad y el deseo de tener hijos son algunos factores que Igor Silva detalla como fundamentales de considerar.

Según ello, hay intervenciones costo-efectivas para mujeres jóvenes que desean concebir un embarazo en el futuro que emplean anticonceptivos orales con una administración que evita la menstruación mensual y la limita a pocas veces en el año. “Es una alternativa económica que anda bastante bien y logra que la sintomatología no se manifieste todos los meses”, asegura.

Otra medida medicamentosa son los bloqueos hormonales: inyecciones que asemejan una menopausia farmacológica, es decir es reversible”, precisa. Un medicamento que lleva a la dismenorrea (no se menstrúa), evitando que se presente la sintomatología de la endometriosis como los intensos dolores, aunque reconoce la aparición de malestares como bochornos que son propios de la menopausia.

Estas son alternativas que mientras se ejecuten no permiten la concepción, pero reversibles para mujeres  que desean embarazarse. Si en la búsqueda de un embarazo este no se concreta, es necesario acudir a especialistas en fertilidad.

La alternativa final es la cirugía en que se extirpa útero, ovarios, trompas y tejido endometrial que esté anexo. De esa forma la mujer no tendrá menstruación, estimulación del ovario y probablemente le va a mejorar su calidad de vida”, resalta el doctor Silva sobre una intervención que se hace sólo a cierto grupo de mujeres de determinada edad, que generalmente son madres y están decididas a no tener más hijos, mientras que advierte que “no es indicada para una paciente joven”.

La necesaria consulta

Con distintos casos y variedad de opciones de tratamiento las mujeres pueden mejorar su salud, bienestar y calidad de vida.

Y ello releva la trascendencia de detectar la endometriosis cuanto antes, lo que va de la mano con la responsabilidad que tiene cada mujer de conocerse y cuidarse e implica acudir a los controles médicos en la periodicidad que corresponde y consultar cuando note algo anormal. Como el naturalizado dolor intenso que, en realidad, debe alertar.

En este sentido, el giencólogo Igor Silva manifiesta que “la endometriosis es una enfermedad de la que no sabemos todo, como en muchas otras, pero sí sabemos que parte con una mujer que no tenía endometriosis y era sana”. Por ello, cuando la sintomatología menstrual normal va cambiando e intensificándose siempre es mejor consultar, por ejemplo.

Como también releva la necesidad de ir cada año al chequeo ginecológico (desde la primera menstruación), que toda mujer que inició su vida sexual acceda al examen del PAP para pesquisar al Virus del Papiloma Humano y riesgo o presencia de cáncer (según frecuencia que indicará un especialista), y que después de los 35 años se practique una mamografía en una regularidad que varía según edad y riesgo de cáncer de mamas.

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