Ciencia y Sociedad

“Debemos descentralizar la ciencia y favorecer la igualdad de género”: Silvia Díaz, ministra CTCI

En su primera entrevista para Diario Concepción y en la antesala a una visita a la zona, la ministra de CTCI, Silvia Díaz, primera mujer que lidera la cartera, releva que el alza en la inversión en ciencia será clave para avanzar en retos como la descentralización, así como para fortalecer el sistema y proyectar el progreso de Chile al mundo. Sus palabras llegan en medio de la discusión en el Congreso sobre el proyecto de ley de presupuesto de la nación, que considera un incremento para el sector.

Por: Natalia Quiero 23 de Octubre 2022
Fotografía: Flickr | Ministerio de CTCI

No cumple dos meses en su cargo y Silvia Díaz ha sido parte de dos hitos de impacto personal y que proyectan la posibilidad de avanzar en grandes retos país. Camino que se le encomendó guiar.

Es que a sus 35 años, el pasado 6 de septiembre, la científica que ha orientado su rol a la divulgación se convirtió la primera mujer que lidera el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI). La cartera más nueva y que desde su puesta en marcha a fines de 2019 ha tenido los ministros Andrés Couve, en el Gobierno de Sebastián Piñera; y Flavio Salazar, en los primeros meses de mandato de Gabriel Boric hasta su primer cambio de gabinete.

Sólo unas semanas después que la doctora en Química de la Pontificia Universidad Católica asumiera, el Presidente Boric anunció la Ley de Presupuesto 2023 y con un aumento histórico de 9,6% en la inversión en investigación y desarrollo (I+D). Son casi $76 mil millones destinados a esas áreas y allanan el camino a la meta comprometida por el mandatario de pasar del 0,34% del PIB invertido en esas materias al 1% en pocos años.

“En Chile, el principal reto en ciencia, tecnología, conocimiento e innovación ha sido la inversión y ahora está menos inclinado. Con el aumento del presupuesto hay una real solución para poder acortar la brecha del impulso al desarrollo científico-tecnológico del país”, sostiene durante su primera entrevista para Diario Concepción y en la Región del Biobío, en la antesala a una visita en el corto plazo a la zona, con fecha por definir según la agenda relacionada a la discusión en el Congreso sobre el presupuesto.

Y con ello, saben quiénes integran la comunidad del sistema de CTCI chileno como la doctora Díaz que previamente ejerció varios años de directora científica de la Fundación Encuentros del Futuro y antes estuvo en centros de investigación, se refiere a la poca inversión que en Chile se hace en I+D, porque el promedio de los países OCDE es de 2% del PIB.

Así, el aumento es uno de los saltos más esperados y esperanzadores, ya que el bajo financiamiento conlleva y acentúa otras complejidades que perjudican el desarrollo de ciencia y tecnología y al desarrollo nacional, que en el nuevo modelo que se impulsa lo ve como más que el crecimiento económico y aspira al bienestar, y se basa en progresar desde el conocimiento de manera igualitaria en todo el país y sostenible, en armonía con la naturaleza.

Brecha de centralismo y género

Con ese reto con condiciones más favorables para irse superando mejoran las relacionadas con avanzar en otros que son parte del plan de gobierno y se le encargó impulsar a Silvia Díaz cuando tomó la posta del Ministerio de CTCI: “debemos descentralizar la ciencia y el conocimiento, y favorecer la igualdad de género”.

Es una misión que, asegura, lidera más allá de un discurso y cumplir una obligación, está impregnada en su espíritu, ya que asegura que “descentralización e igualdad de género son mis grandes desafíos como ministra y estoy trabajando fuerte para acortarlos lo más posible”. ¿Cómo no? “Soy de región y creo fuertemente en la descentralización”, afirma Silvia Díaz, oriunda de Ovalle, ciudad dentro de la Región de Coquimbo, un par de regiones al norte de la Metropolitana. Y, además, es mujer.

Por eso conoce las inequidades que conlleva el centralismo, con una primera manifestación en la gran concentración de recursos y capacidades en la capital nacional, y luego a nivel local en las capitales regionales y grandes urbes. Y no necesita leer informes ni que alguien le cuente que existe ni cómo afecta la brecha de género en ciencia y la academia, porque por su experiencia puede afirmar que, aun con avances, es un mundo de hombres y con la balanza a favor de ellos, no de mujeres ni disidencias sexuales, por ejemplo, en temas salariales o posiciones de liderazgo.

También por eso sabe que las capacidades no son algo de género y que en todo Chile hay para aprovecharlas, y que acortar las brechas del centralismo y género son clave para avanzar en robustecer al sistema de CTCI del país y proyectarlo al mundo. “Fortalecer el ecosistema es necesario para mostrar que CTCI son base de nuestro desarrollo”, sostiene la ministra por un lado, por otro que “queremos potenciar a Chile como polo de desarrollo científico mundial, porque tenemos científicos de categoría mundial: se desarrolla ciencia de frontera desde Arica a Magallanes, y estamos comprometidos en mostrar y potenciar eso”.

Los propósitos están claros y, de manera concreta, para el reto de descentralizar el conocimiento, ciencia y capacidades, la ministra Silvia Díaz destaca la importancia de potenciar el trabajo conjunto gobiernos y universidades regionales y la Seremía, para proveer las herramientas acordes a sus fortalezas y necesidades. Todo ello porque está convencida que “tenemos que fortalecer todo nuestro ecosistema desde lo territorial”.

En la brecha de género, resalta el valor de la Política Nacional de Igualdad Género en CTCI y el trabajo de actualizarla, ya que se lanzó en 2021 y se elaboró con data previa, por lo que hay que explorar de qué manera ha cambiado la realidad.

También enfatiza que “estamos trabajando fuertemente con la industria para incrementar el porcentaje de inversión en I+D y alcanzar lo que está comprometido de llegar al 1% del PIB”, porque se considera tanto la inversión pública como privada y hoy la mayor parte proviene de lo público y se espera que la balanza se equilibre, como en países desarrollados.

76 mil millones es la inversión en I+D en el presupuesto de 2023 en Chile, que supone 9,6% más que en el erario anterior.

El uso de los recursos

¿De qué manera el aumento histórico de la inversión se va a poner al servicio del Ministerio de CTCI y los objetivos planteados? Díaz asegura que “este impulso económico lo vamos a ejecutar de la mejor forma posible, para que siga estando en los próximos años, y estamos comprometidos en utilizar los recursos estatales de manera menos burocrática y con uso correcto de gasto público”.

Desde allí explica que “el aumento del 9,6% en la inversión en CTCI toca a todas las carteras que ven materias relacionadas y como Ministerio nos corresponde un 5%” y aclara que se destinará a mejorar lo que existe, porque el nuevo Ministerio se sustenta en el trabajo de entidades previas y de larga trayectoria, con el paradigma de robustecer el sistema de manera descentralizada.

En particular, destaca que “habrá una fuerte inversión para fortalecer al Programa Explora”, que se aloja en la División de Ciencia y Sociedad del Ministerio, que ejecuta proyectos en todas las regiones y tiene una gran trayectoria en Chile, por iniciarse hace años en la antigua Conicyt y con importante tarea en divulgar, educar y democratizar el acceso al conocimiento y la ciencia, con especial foco en escolares.

Adelanta también “el fortalecimiento de los institutos tecnológicos públicos que financiamos como Ministerio y responden a necesidades de la ciudadanía en materia de agricultura, minería, salud y otras temáticas, y están fuertemente ligados a generar políticas públicas y soluciones concretas en función de las necesidades que como Estado tenemos”.

Porque existen áreas prioritarias a nivel nacional y también regional, donde la política de trabajo descentrado implica aportar en responder tanto a necesidades país como locales.

Y por eso las demandas pueden ser muy distintas a lo largo del país, pero afirma que no el ímpetu que pondrá el Ministerio con sus Seremías en impactar de manera equitativa y se reflejará en la distribución de la inversión. “No vamos a poner a competir el norte con el sur, porque son diferentes y responden a necesidades distintas. El territorio aporta con soluciones concretas a problemas del país y eso vamos a potenciar, por ejemplo, cómo el norte nos puede dar soluciones concretas a temas de migración o el sur a lo relacionado con acuicultura”, plantea.

5% del presupuesto se inyectará al Ministerio de CTCI, porque los recursos tocan a toda cartera que tenga temas relacionados a CTCI.

El rol del Biobío

Ahí lo esencial del trabajo articulado con las diversas entidades regionales que ya existe y sólo se aspira a fortalecer, como también hace imperante el desplegarse a través del país, estar presente y llegar a las distintas regiones. Silvia Díaz ya ha visitado distintas ciudades, pero no ha hecho una visita oficial como ministra al Biobío, aunque sí vinieron su par Flavio Salazar con la subsecretaria Carolina Gainza y Sonia Pérez como líder de la División de Ciencia Sociedad.

Eso sí, anhela llegar a nuestra zona prontamente, porque la conoce bien gracias a sus labores previas que le permitieron visitar y vincularse con investigadores y otros actores del potente sistema CTCI local, que se adscribe a la Seremi de la Macrozona Centro Sur, desde la Región de O’Higgins al Biobío, que lidera la doctora Sofía Valenzuela, con quien la ministra afirma hablar prácticamente a diario.

“El Ministerio cuenta con un trabajo fuerte, sobre todo en la Región del Biobío. Porque todos sabemos que Chile tiene un par de polos científicos muy desarrollados y la Región del Biobío es un polo de desarrollo científico muy potente. Así que la Seremía está trabajando día a día en potenciar aún más la región”, concluye.

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