Ciencia y Sociedad

Miel: consumo en beneficiosa alza para el desarrollo local sustentable y sano

Ingesta anual per cápita del alimento son 700 gramos, 300 más que en 2018, y la proyección es seguir creciendo. Favorable para la apicultura y la salud de consumidores que se beneficiarán de sus aportes, que es lo que se busca promover con el Día Nacional de este producto natural cada 6 de agosto.

Por: Natalia Quiero 06 de Agosto 2022
Fotografía: Camilo Ruiz

Un reciente sondeo del Indap mostró que el consumo anual de miel en Chile son 700 gramos per cápita, más que los 400 del 2018 o los 98 de 2004. Es clara la tendencia al alza, significativa durante la pandemia de Covid-19, certeramente con el impulso del interés por mantener hábitos que cuiden la salud con la inclusión de alimentos reconocidos por sus propiedades.

Un fenómeno que materializa los objetivos del Día Nacional de la Miel que se celebra cada 6 de agosto para contribuir a expandir su consumo y beneficiar la dieta y salud en los habitantes del país, de la mano de un producto natural importante para la identidad cultural, gastronomía y economías locales al ser la apicultura un sustento a pequeños y medianos emprendedores.

Producción virtuosa

La miel es uno de los pocos alimentos de origen animal que ha aumentado el consumo y tiene gran proyección en Chile, porque tiene bastante armonía con el entorno, lo económico y social, y es bien recibido por los consumidores por sus beneficios”, afirma el médico veterinario y apicultor Camilo Ruiz, presidente de Apiconce e integrante de la Red Apícola Nacional y académico de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Concepción, explicando que la elaboran las abejas domésticas melíferas (especie introducida en Chile hace siglos) a partir del néctar de flores y otras secreciones extraflorales que procesan y almacenan en panales, existiendo un variopinto de mieles donde las más consumidas en Chile son la de ulmo y quillay.

Y asegura que la producción de miel crea un círculo virtuoso, porque además de favorecer a quienes integran la cadena productiva hasta el consumidor favorece otras actividades y al medio natural.

Destaca que la abeja melífera contribuye a polinizar diversas plantas en ecosistemas naturales o agroproductivos, especies que brindan alimento o hábitat a otros insectos y animales o frutales y otras de importancia económica. La polinización es un proceso natural esencial para la reproducción de plantas y como servicio ecosistémico de la naturaleza que contribuye a mantener la biodiversidad e impacta a que realice sus funciones que se pueden traducir en beneficios clave para el bienestar humano, como proveer alimentos y sustento económico.

Composición y propiedades

Lo que más destaca a la miel en su uso culinario es su poder para endulzar, siendo sustituta natural de la azúcar refinada y otros edulcorantes, además de potenciar sabores si se mezcla con otros alimentos. Pero, lo más relevante es su composición que beneficia la salud.

El 80% son carbohidratos. “La miel aporta carbohidratos de absorción rápida (fructuosa y glucosa), fuente de energía. Sus carbohidratos no digeribles tendrían actividad prebiótica: promueve cambios favorables en composición y función de la microbiota intestinal, que repercute en bienestar y salud de quien consume”, detalla la nutricionista Claudia Troncoso, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de la Santísima Concepción e investigadora del Grupo Elhoc.

El 17% de la miel es agua y el resto son otras sustancias como compuestos bioactivos o antioxidantes como vitaminas y pigmentos. Estudios han evidenciado acción antibacteriana, antiinflamatoria, cicatrizante, antiséptica, antipirética y de reforzar el sistema inmunológico como otras propiedades.

Cuidado en el consumo

Eso sí, en torno al consumo de miel hay ciertos cuidados.

Camilo Ruiz advierte que “el tercer producto más adulterado del mundo es la miel, porque es dulce y se añaden colorantes y aromas y se puede hacer algo artificial que se parezca”. La adulteración es el más grave problema para apicultores, porque tiene ventaja al ser más barata, y consumidores que buscan un producto terapéutico y hallarán algo que no les hará bien, sobre lo que apunta que “entrega un insumo que puede usar para endulzar, pero no va a beneficiar la salud”. A ojos inexpertos puede ser imposible saber si se está frente a una real y menciona como lo más simple saber que un kilo de miel nunca costará menos de $4 mil.

Y para que beneficie el consumo debe ser restringido, considerándose su aporte de carbohidratos simples y azúcares, siendo una cucharada de miel símil a una de azúcar y provocar efectos similares a esta en el organismo, por lo que la OMS y Guías Alimentarias llaman a limitar su ingesta a no más del 5% del total de calorías diarias, resalta Claudia Troncoso. Sobre todo personas con diabetes, sobrepeso y obesidad, pues aclara que “el consumo en exceso de la miel favorece el incremento de la glicemia y de lípidos sanguíneos”. Infantes menores de 1 año no deben comer ni miel ni azúcar y añade que “es muy infrecuente, pero la miel podría estar contaminada con la bacteria que provoca el botulismo infantil”.

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