Ciencia y Sociedad

Lactancia materna: beneficios que trascienden del bebé que se nutre y alimenta

Por: Natalia Quiero 05 de Agosto 2022
Fotografía: Dr. Jorge Ulloa Garrido Director Ejecutivo Centro de Liderazgo+Comunidad UdeC No es posible abstraerse del momento histórico que el país vive este año y que tendrá un hito relevante el próximo 4 de septiembre. De la misma manera no es posible olvidar que este proceso tiene origen en las grandes movilizaciones de los años 2006, […]

La leche humana es el alimento perfecto e ideal para recién nacidos e infantes lactantes. No hay otra forma de definir a este producto natural y ni los máximos avances científicos han permitido desarrollar fórmulas lácteas que se equiparen la lactancia materna con sus aportes que hasta trascienden a la diada madre-hijo y son de corto, mediano y largo plazo.

Y es que la lactancia materna sólo es sinónimo de beneficios en lo alimentario, nutricional, emocional, sanitario y social. Por eso, la recomendación clara de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que la leche materna sea el alimento exclusivo hasta los 6 meses de vida, cuando inicia la alimentación complementaria, y se mantenga hasta los 2 años por lo menos. También es por eso que la OMS junto a Unicef instauraron hace exactos 30 años del 1 al 7 de agosto como la Semana Mundial de la Lactancia Materna para educar, promover y contribuir a que se cumpla según lo recomendado, volviéndose el movimiento global más relevante que la incentiva, defiende y apoya.

Todos los aportes

El médico neonatólogo Rodrigo Escobar, jefe de Neonatología de Clínica Biobío, primero afirma que, como alimento, la leche materna por tener una variada, balanceada y completa composición nutricional, conteniendo todo lo que un lactante necesita para su crecimiento, desarrollo y salud. “Tiene una proporción adecuada de todos los nutrientes que requiere un recién nacido en cuanto a energía, carbohidratos, grasas, proteínas, vitaminas”, precisa. Además, entrega el agua para la vital hidratación.

Además, se destaca por aportar hormonas y anticuerpos, siendo uno fundamental la inmunoglobulina, desde lo que resalta que “con la lactancia materna se entregan todos los antecedentes inmunitarios de la madre al hijo y eso favorece su inmunidad”. De hecho, esos anticuerpos son la primera barrera protectora que un recién nacido recibe y la leche materna es el primordial factor protector de la salud frente a variadas enfermedades en los primeros meses de vida. “La leche materna tiene buena tolerancia alimentaria y permite que el aparato digestivo del bebé esté muy bien”, afirma el especialista.

Otro aspecto que enfatiza es el inigualable rol de amamantar en lo afectivo para madre e hijo al favorecer el apego. Es el primer vínculo que se establece e influye en la construcción de personalidad de infantes y sus relaciones futuras.

En la madre, amamantar ayuda a una recuperación más rápida del parto por la liberación de oxitocina, hormona que actúa como calmante. Así, la lactancia y el apego son relevantes para reducir el estrés y síntomas de depresión postparto junto con favorecer la salud mental y bienestar materno. Eso repercute en el lactante y desde el estado de la diada impacta en la armonía y convivencia familiar y social, en el presente y de cara al futuro.

Pensando en lo familiar, se reconoce que la lactancia permite ahorrar al ser un alimento que no se compra, a diferencia de las leches de fórmula que son de alto costo y generan desechos, mientras la humana no deja residuos. Por ser crucial en la seguridad alimentaria y un alimento ecoamigable, sustentable y sostenible, la Semana Mundial de la Lactancia se alineó con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, que se deben cumplir en 2030 para asegurar la prosperidad de la humanidad y el planeta.

Humana versus fórmula

Promover el amamantamiento no es demonizar las leches artificiales: “Las fórmulas lácteas infantiles deben existir, porque en muchas situaciones la lactancia materna no puede darse. Y ambas leches dan energía, nutrientes y un buen método de hidratación”, asegura la doctora Lorena Meléndez, nutricionista y académica del Departamento de Nutrición y Dietética de la Universidad de Concepción, quien ha sido asesora en lactancia.

Pero, las fórmulas se deben dar sólo si se necesita, como una situación médica que impide amamantar, y la leche materna darse siempre que se pueda, porque hay varias diferencias en desmedro de infantes que han recibido artificial evidenciadas. Entre estas destaca que “no se ha logrado equiparar la protección inmunológica de la leche materna y estudios han mostrado mayor protección frente a enfermedades respiratorias de lactantes como neumonías: con lactancia materna, tienen mejor progresión y menor tiempo de hospitalización”. También hay menos diarrea, que puede ser peligrosa en bebés, y la leche artificial muchas veces produce trastornos digestivos.

Además, se ha reportado protección futura del sobrepeso, obesidad y otras condiciones en quienes han recibido lactancia materna según lo recomendado y lo contrario en infantes que no la han recibido.

La académica añade mejor desarrollo cognitivo en niños alimentados con lactancia materna versus fórmula láctea.

Toda la sociedad tiene responsabilidad en proteger y promover la lactancia

“Impulsemos la Lactancia Materna: educando y apoyando” es el lema de la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2022, porque allí están las claves y retos sociales para que se mantenga el amamantamiento. Es que pese a ser un acto natural de importancia vital, que responde a necesidades fisiológicas y emocionales de un bebé, y a estar en pleno apogeo de la sociedad del conocimiento y con diversos avances socioculturales, todavía hay desinformación sobre el amamantar y una serie de situaciones que se vuelven dificultades para que se dé efectiva y adecuadamente.

Acciones de apoyo

Para Lorena Meléndez mucho está en lo invisibilizado, minimizado o normalizado de la complejidad de la lactancia y la extendida falta de contención y soledad que viven las madres.Sabemos todos los beneficios que tiene la lactancia materna para infantes, madres y sus familias, la sociedad y el planeta. Pero, muchas veces no va a progresar o terminar como muchas mamás quisiéramos, porque requiere apoyo y educación constante”, asevera. Se refiere a una sociedad trasversalmente educada sobre la importancia del amamantamiento y cómo favorecerle, que no dependa sólo de profesionales de la salud o familias. Porque, enfatiza, durante la lactancia acciones tan cotidianas como ir de compras, cocinar, botar la basura y ducharse pueden ser todo un desafío para mujeres que están 100% dedicadas a sus hijos; porque la lactancia, con todo lo beneficioso, no se da por acto de magia, a muchas mujeres o infantes les cuesta lactar y genera agotamiento; porque tener muchas responsabilidades podría limitar mantener la lactancia; porque la necesidad fisiológica de alimento de un bebé puede llegar en cualquier momento y/o lugar y no siempre están las condiciones.

En efecto, hay retos y acciones para apoyar la lactancia que dependen de los núcleos más íntimos como acompañar, contener y ayudar en labores a las madres, y otras son responsabilidad las autoridades y Estado, como las políticas y leyes. En este sentido, destaca que “Chile ha avanzado bastante, contamos con una ley de postnatal de 6 meses que ha tenido una repercusión importante en favor de la lactancia materna si lo comparamos con lo que teníamos antes. Pero, las mamás necesitamos más leyes que apoyen y más salas de lactancia en lugares públicos y privados, debemos tener los espacios para amamantar en las condiciones que se requiere siempre”.

Sobre ello, si bien están las guías para crear adecuadas salas de lactancia, las cifra en insuficientes en cantidad. “Es un ejemplo de cómo el apoyo tiene que seguir funcionando y creciendo. Por eso hay que visibilizar la lactancia materna, porque mientras más la veamos, sintamos y entendamos más apoyo va a tener. Y eso repercute, sin dudas, en tener una infancia en mejores condiciones”, asegura la doctora Meléndez.

Destete respetuoso

Un necesario apoyo familiar y social para que se cumpla la lactancia materna según la recomendación de la OMS, que indica parámetros mínimos y no máximos. Algo que erradica creencias erróneas o mitos que pueden dificultar su mantención como que algunas lechen maternas no sirven, que hay una forma única de amamantar o que el proceso se da como reloj y calendario.

Lorena Meléndez, especialista en nutrición humana, dice que el ideal es que los bebés se alimenten sólo con leche materna sus primeros 6 meses y ello implica amamantar a libre demanda. “La lactancia no puede tener horarios, porque todo niño tiene una demanda distinta”, afirma.

Desde esa edad debe complementarse con la alimentación, ya que aclara que la leche materna se hace insuficiente para cubrir todos los requerimientos energéticos y nutricionales. “Pero, no es que ya no sirva la leche materna: sigue aportando un rango amplio de micronutrientes, aporta inmunoglobulinas y va fortaleciendo la microbiota intestinal de niños”, detalla.

Por ello debe mantenerse, al menos, hasta que el niño tenga 2 años dentro de las posibilidades de la diada, por lo que podría prolongarse más. De hecho, hay mamás que amamantan varios años a sus hijos como fenómeno cada vez más común o visibilizado, con defensores y detractores, incluyendo profesionales de la salud, por creer que puede tener perjuicios y ningún aporte. Sobre ello, la nutricionista es enfática: “no hay fecha de término para la lactancia materna ni una condición establecida para terminarla”, afirma.

Finalizar el amamantamiento es una decisión bipersonal y debe basarse en el respeto. “El destete respetuoso es la forma más recomendada para determinar el momento de terminar la lactancia. Eso quiere decir que el destete no es abrupto, sino progresivo y se realiza cuando la madre y/o hijo decida. A veces se produce porque la madre tiene razones para terminar una lactancia, otras el término lo marca el infante y algunas se da de manera simultánea”, concluye.

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