Ciencia y Sociedad

Parque Botánico Hualpén: guía visibiliza a sus árboles patrimoniales

Posee una versión digital y pronto se imprimirá un libro ilustrativo sobre parte de la flora presente en el sitio donde funciona la Estación de Biología Terrestre de la UdeC. En el Departamento de Botánica nació la idea de generar una obra para mostrar a las especies arbóreas y contribuir al conocimiento y educación ambiental. Un proyecto en el que hoy también trabaja el Instituto de Ecología y Biodiversidad.

Por: Natalia Quiero 17 de Julio 2022
Fotografía: Peumo- Guía de campo

A 13 kilómetros del Concepción está uno de los pulmones verdes de la Intercomuna urbana y de los pocos relictos de bosque nativo costero que quedan en la provincia: el Santuario de la Naturaleza Península de Hualpén. Más de 2 mil hectáreas dentro de las que están el Parque y Museo Pedro del Río Zañartu, de cuyo terreno se le cedieron 73 hectáreas en comodato al Departamento de Botánica de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas de la Universidad de Concepción (UdeC) en la década de 1970.

Así nació el “Parque Botánico de Hualpén”, donde está la Estación de Biología Terrestre UdeC. Y es que es un laboratorio natural único que ha sido rica fuente de información y formación para varias generaciones de profesionales e investigadores de las ciencias naturales terrestres, donde se han desarrollado incontables tesis, proyectos y experiencias junto con la fauna, flora, ecosistemas y paisajes nativos que alberga un lugar cuyas maravillas naturales se ha decidido acercar a todos con el libro/guía de campo “Árboles del Parque Botánico de Hualpén”.

Es una publicación gratuita que como idea surgió dentro del Departamento de Botánica hace más de 10 años, impulsada por el doctor Roberto Rodríguez (Q.E.P.D.) y desde el inicio colaboró el doctor Carlos Baeza, actual director del Herbario UdeC y quien lleva la posta de la iniciativa diseñada para visibilizar y poner en valor al patrimonio arbóreo local. Hace unos años lanzó una primera versión digital y pronto una edición impresa a color e ilustrativa, posible por una alianza con el Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), estando implicado en el proyecto su equipo de comunicaciones y el investigador Lohengrin Cavieres, también académico de Botánica UdeC.

Conocimiento para cuidar

Queule, peumo, boldo y pitao son parte de los árboles patrimoniales que están en el Parque Botánico y en la guía. Muchos, además de ser endémicos, son únicos, como el queule y pitao, especies monotípicas (únicas representantes de su género) y lamentablemente en un críticamente vulnerable estado de conservación.

Carlos Baeza reconoce el largo trabajo que ha implicado materializar la guía/libro; en una primera fase el desafío fue recopilar las imágenes de todos los árboles, pues información abundaba, y luego hallar recursos para imprimir una obra con tantas y coloridas fotos. Ahora, retos son esperar la impresión para entregar el libro y llegar a la mayor cantidad de personas, científicas o no, para contribuir con este conocimiento a fortalecer la educación ambiental, la consciencia e interés de aportar, con acción individual o colectiva, a la conservación de una biodiversidad nativa que tiene amenazados representantes.

Con eso en la mira, el botánico afirma que el libro está hecho para que lo entiendan personas de toda edad y nivel de conocimiento sobre árboles para tengan una clara visión sobre los que hay en el Parque Botánico, que son los que se pueden hallar en el entorno y en otros sitios de la zona.

“La guía tiene una clave dicotómica y alguien con muy poca experiencia podría identificar en terreno los árboles que hay”, destaca. Parece obvio saber cuándo se está frente a un árbol, aclara, pero no siempre lo es y para diferenciar de un arbusto la planta debe medir al menos 3 metros, por ejemplo. “La clave se basa en la hoja. Con esta, una persona levemente interiorizada puede llegar a un nombre”, afirma. Con un nombre, además de fotos, en la guía se hallará una completa descripción del árbol, desde su distribución, usos medicinales, estado de conservación o datos sobre florecimiento y cuándo da frutos. Ello, manifiesta, apuntando a quienes puedan desear colectar semillas y propagar a la especie, una forma concreta de contribuir en su recuperación y/o preservación.

Punto de partida

Baeza precisa que cerca de 20 especies se incluyen en el libro y reconoce que “los árboles son una muestra pequeña de toda la biodiversidad del lugar”. Es que, cuenta, en los ecosistemas hay muchas más especies de flora y fauna, habiendo otros grupos vegetales mucho más diversos, pero también sabe que “los árboles son lo que más se ve y representan”.

Por lo mismo cree que una guía para visibilizarlos e informar puede ser buena forma para despertar el interés de aprender más sobre otras clases de especies y/o replicar el trabajo para abarcar la diversidad. “Creo que esta guía puede ser un punto de partida para que se puedan hacer más acciones. Tenemos el listado de toda la flora del Parque y se podría hacer algo más elaborado con afán científico y de divulgación de conocimiento”, cierra.

El libro/guía de campo se puede ver en este link en su versión digital.

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