Ciencia y Sociedad

Científicos de Chile se unen para entender mejor la marea roja

La expedición científica “Exofan”, que se realizó en la Región de Magallanes, reunió a 21 investigadores, incluyendo la UdeC, para estudiar un fenómeno que en 2022 cumple 50 años desde el primer evento registrado oficialmente en el país.

Por: Natalia Quiero 09 de Enero 2022
Fotografía: Nicolás García

Este 2022 se cumplirán 50 años desde la primera detección oficial en Chile de una floración algal nociva (FAN), más conocida como marea roja, lo que ocurrió en seno Pedro de la Región de Magallanes donde tres pescadores artesanales fallecieron y desde entonces se han registrado 23 muertes asociadas al consumo de mariscos contaminados por microalgas tóxicas y más de 200 intoxicaciones. En efecto, el fenómeno es de alto impacto social por afectar tanto en la salud pública como económicamente por no poder comerciarse los productos o prohibirse temporalmente la extracción y también por sus posibles repercusiones ambientales-ecológicas al provocar varazones y mortandades de especies, planteando diversos desafíos y uno grande es tener una mayor comprensión de su ocurrencia.

En todo dicho contexto, hacia fines de 2021 se realizó la campaña oceanográfica “Exofan” a bordo del buque Cabo de Hornos de la Armada de Chile, que durante nueve días tuvo a un equipo multidisciplinario de 21 investigadores del país navegando por parte del Estrecho de Magallanes y el canal Beagle para tomar una gran diversidad de muestras y hacer observaciones de las aguas australes para estudiar el fenómeno de las FANs y entender los factores que podrían incidir en su aparición y desarrollo.

Expedición y resultados

Una travesía financiada por el Programa de Investigación Asociativa de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (PIA-Anid) que se diseñó como la continuación de la primera campaña oceanográfica “Profan”, que el 2019 recorrió la zona norte de Magallanes y parte de la Región de Aysén, recopilando información sobre las aguas de los canales australes y encontrando dos nuevas toxinas que no habían sido anteriormente identificadas. Ambas expediciones han sido organizadas por el Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (Ideal) en colaboración con Centro de Investigación Oceanográfica (Copas) que se aloja en el Departamento de Oceanografía (Doce) de la Universidad de Concepción (UdeC) junto a otras entidades.

Así, en la reciente campaña participaron científicos y estudiantes pertenecientes a dichas instituciones y también a la Pontificia Universidad Católica, Universidad Austral de Chile, Instituto de Fomento Pesquero, Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia y Centro Ballena Azul.

Francesca Carrión, alumna del Magíster en Oceanografía del Doce UdeC fue una de las participantes de “Exofan” y se dedicó a estudiar el efecto del aumento de la temperatura del mar en ciclos biogeoquímicos y diversidad, supervisada por la doctora Camila Fernández, directora de Copas Coastal y académica del Doce UdeC, quien también apoya diversos análisis de la expedición.

Y si bien las pruebas deben investigarse a fondo, para lo que serán analizadas en los laboratorios de las distintas instituciones implicadas en la expedición, y tendrán sus resultados concluyentes a mediados de año, por lo observado y ya procesado es que se reconocen ciertas situaciones y se vislumbran hallazgos de suma trascendencia. En ello, las investigadoras cuentan que “se encontraron especies de fitoplancton capaces de generar FANs y se está a la espera de identificar las toxinas presentes”.

Condiciones frecuentes

Con los muestreos y análisis se espera responder una serie de preguntas y un gran propósito es obtener datos que permitan anticipar las condiciones óptimas para la aparición de un evento de FAN, las que se han concentrado en la Patagonia Sur Austral de Chile pero, aunque en una muy menor intensidad, también hay documentados eventos desde la Región del Biobío, cuentan las investigadoras de la UdeC.

La trascendencia de lo anterior se explica por sí sola dado el gran impacto que una FAN puede tener, pero no es lo único, ya que advierten que “las FANs se producen bajo condiciones oceanográficas que son cada vez más frecuentes”. A ello se suma que naturalmente hay otras que les favorecen en el área, como son las barreras físicas que suponen los archipiélagos y glaciares que retienen las microalgas tóxicas. Es así que se están reportando cada vez más eventos de este tipo en la zona, pero las profesionales plantean que “es indudable que los eventos de marea roja, mediando las condiciones oceanográficas óptimas para su proliferación, pueden producirse en casi toda la costa de Chile”.

Algo que se puede relacionar directamente con el calentamiento global y cambio climático; fenómenos con variadas manifestaciones, que avanzan vertiginosamente y están jugando un papel en generar escenarios más propicios para la marea roja. Ahí el rol crucial de este tipo de estudios en pos de tener mejores herramientas que permitan monitorear, predecir y abordar de manera oportuna, evitando o mitigando los impactos negativos de la marea roja.

Vale la pena destacar que representando al Copas de la UdeC en la expedición también participaron Carina Lange y Víctor Acuña, ambos investigadores del Centro Ideal.

Etiquetas