Ciencia y Sociedad

¿Qué es el hongo negro? Nuevo temor que trajo la Covid-19

Conviviente habitual del humano en el ambiente y normalmente no patógeno, es un oportunista para volverse patógeno. Su oportunidad son pacientes vulnerables. Y no es el único de este tipo causante de sobreinfecciones asociadas al cuadro.

Por: Natalia Quiero 06 de Junio 2021
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Hongo negro. Ese concepto es uno de los últimos asociados a la Covid-19 y se ha transformado en el nuevo temor de la población ante la latente posibilidad de contagio de la patología causada por el Sars-CoV-2 y que todavía tiene al mundo y a Chile sumidos en una compleja crisis sanitaria. La gran preocupación partió con la epidemia en India, donde durante mayo hubo un explosivo aumento de casos y muertes por Covid-19 y con miles de mucormicosis, causada por el hongo negro. Y hacia fines del mismo mes las alarmas se encendieron en Latinoamérica y particularmente en Chile, al darse los primeros casos en pacientes afectados por Covid-19.

¿Qué es el hongo negro?, se preguntan muchas personas, habiendo gran cantidad que piense que es algo nuevo, pero no. “Es del orden de hongos del tipo mucorales. Son muy ubicuos y cosmopolitas, están en el ambiente en general y habitualmente cuando hay material u orgánico en descomposición”, explica el doctor Patricio Manzárraga, epidemiólogo médico y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc). “Normalmente no son patógenos, pero son oportunistas y cuando hallan la oportunidad se transforman en patógenos. El problema es que atacan a personas con sus sistemas inmunes deprimidos como pacientes trasplantados, con cáncer o diabéticos descompensados”, advierte.

Por eso, como infección secundaria a la Covid-19, la incidencia de mucormicosis sea en pacientes que han estado hospitalizados y conectados a ventilación mecánica o a Ecmo en unidades de manejo crítico que es donde están los más graves, vulnerables e inmunodeprimidos. Y relevante es que además de la inmunosupresión que la patología genera y que la mayor cantidad de casos severos es en pacientes con comorbilidades, los pacientes críticos reciben tratamientos intensivos con corticoides y otros fármacos que debilitan las “defensas” del sistema inmune, lo que los deja más susceptibles a microorganismos oportunistas. “Cualquier paciente intubado, inmunodeprimido o en una situación crítica de salud, no sólo Covid-19, podría infectarse con un hongo oportunista”, asevera.

Hongo negro y más

El hongo podría estar, por ejemplo, en la cocina, en un vegetal que pasó a un estado de extrema madurez para descomponerse, al que aparecen manchas negras. Y, de estar conviviendo habitualmente con nosotros sin causar más problema que tener que botar el alimento, cuando hallan a un vulnerable que podría llevarlo a su organismo a través de la respiración son muy nocivos, asegura el especialista.

Entre las principales consecuencias de la mucormicosis está la afección rinoorocerebral (nariz, ojo y cerebro). El hongo se aloja en la nariz y comienza a proliferar, infecta los senos paranasales, pudiendo trasladarse hacia los ojos y/o a infectar el cerebro, advierte. Agrega podría haber cuadros gastrointestinales, pulmonares, sanguíneos o cutáneos.

Y Manzárraga también recalca que el negro no es el único oportunista que convive con nosotros y asegura que “los mucorales son raros y hay distintas especies, siendo los más comunes los del género Rhizopus” y que “el hongo oportunista más común es la cándida spp., un hongo tipo levaduriforme (levadura)”, que vive en casi todas partes e incluso dentro de nuestro cuerpo. “En segundo lugar están los aspergillus o llamados hongo verde, de tipo filamentoso”, añade. De hecho, la Sociedad Chilena de Infectología comunicó hace poco que desde los inicios de la pandemia se han visto infecciones por hongos en pacientes que han padecido Covid-19, las del verde han sido más frecuentes y la incidencia general aumenta en tanto más personas ingresan a unidades críticas y reciben asistencia ventilatoria, como ha pasado. Sobreinfecciones vistas antes de la Covid-19 en otras enfermedades.

Un aspecto crucial es que hongos como el negro son de rápido crecimiento y, por tanto, de avance de una infección secundaria que puede aumentar el riesgo de morir y que no suelen dar muchos síntomas iniciales, y que no siempre se tienen en cuenta en los equipos de salud, muchas veces por no ser por no ser las infecciones asociadas más prevalentes. De ahí que Patricio Manzárraga llama a los profesionales a “tener un alto nivel de sospecha de infección por hongo, porque es relevante para descartar o hacer un diagnóstico oportuno de la infección, lo que muchas veces es crucial para iniciar tratamientos a tiempo y tener mejores pronósticos”.

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