Ciencia y Sociedad

Salud femenina: llamado a no olvidar la toma de PAP y mamografía a tiempo

Exámenes son la forma de detectar lesiones precursoras de cáncer de cuello uterino y hacer una precoz pesquisa del de mama. Dejar pasar un año o más en la consulta definida podría mermar la capacidad de prevenir y llegar tarde al diagnóstico, y lo cierto es que en la pandemia los controles ginecológicos han ido a la baja.

Por: Natalia Quiero 29 de Mayo 2021
Fotografía: Cedida

Cada 28 de mayo se celebra el Día Internacional de Acción para la Salud de las Mujeres y, de esta forma, sensibilizar la importancia de su salud sexual y reproductiva. Y cobra más sentido en estos tiempos cuando la Covid-19 lleva más de un año como foco de los esfuerzos personales, sociales y sanitarios. En consecuencia ha ido quedando en una posición menos ventajosa la pesquisa de graves enfermedades que afectan a las mujeres: cáncer de mama y cervicouterino, cuyo chequeo a través del Papanicolau (PAP) y derivación a mamografía realizan matrones y matronas, quienes están a cargo de los controles ginecológicos en los Cesfam.

Impacto en las mujeres

“Lamentablemente, el recurso humano del servicio público, matrón y matrona, ha sido redistribuido hacia funciones de trazabilidad o vacunación de la Covid-19, por ejemplo, por lo que se ha visto una merma en las oportunidades de consulta o controles que estaban programados anualmente”, advierte Carolina Bascur, matrona y directora del Departamento de Obstetricia y Puericultura de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción (UdeC). Se suma el temor de acudir a centros de atención y exponerse a la Covid-19, en el recinto o trayecto, que también se manifiesta en el sistema privado con consultas ginecológicas a la baja.

Por ello, si bien los controles y toma de exámenes se están realizando, la experiencia de los profesionales indica que no es con la frecuencia o masividad que había antes de la Covid-19. Ante ello, Carolina Bascur participará en una investigación para cuantificar la disminución en la toma de exámenes PAP y mamografías en 2020 versus 2019 y luego analizar el efecto en la salud de las mujeres. “Porque va a generar un impacto”, asegura. Es que si no se realizan los controles con la regularidad establecida podría haber retraso en la pesquisa de lesiones precursoras de cáncer o de la patología en estados tempranos: clave para iniciar un tratamiento oportuno y mejores pronósticos.

Periodicidad

El PAP detecta lesiones precursoras de cáncer en el cuello del útero, que Carolina Bascur resalta que “en 99% de los casos son causados por el virus del papiloma humano (VPH), que se transmite sólo por contacto sexual”. Es la infección de transmisión sexual (ITS) más frecuente y el Ministerio de Salud (Minsal) estima que lo porta del 20% a 30% de las mujeres menores de 30 años y también causa otros cánceres y afecciones. Tras 6 meses de la mujer primera relación sexual penetrativa debe iniciarse la toma de PAP. “Si el resultado es negativo, no hay lesión ni sospecha, se repite cada 3 años en el sistema público”, apunta, según recomendaciones del Minsal, a nivel privado se suele pedir una vez al año si la mujer se chequea anualmente. “Si hay factores de riesgo, por ejemplo, un PAP alterado y tratamiento por patología cervical, el PAP es anual”, dice.

En la mamografía, usada para detección precoz de cáncer de mama, principal causa de muerte en la mujer en Chile, “hay que iniciar a los 35 años y realizarla una vez al año cuando hay factores de riesgo familiar: madre, una abuela, tía o hermana con cáncer de mama. En mujeres sin antecedentes se sugiere que desde los 50 años se empiece con la mamografía anual”, explica.

“Esa periodicidad ha confirmado que la enfermedad se pesquise a tiempo y que quien tenga una lesión reciba el tratamiento que requiere. Por ejemplo, si se halla una en el cuello uterino que se evite llegar a un cáncer”, sostiene. Ahí la alerta por la menor frecuencia en controles, porque habrá mujeres que, si han dejado pasar un año o más sin acudir según lo establecido, mermaron la capacidad de prevenir algo complejo y llegarán más tarde, requiriendo abordajes más complicados y con más compromiso a la calidad de vida, lamenta Bascur.

No será la realidad de todas y la más alta probabilidad es para quienes tengan factores de riesgo como antecedente familiar de cáncer de mama o haber tenido una lesión por VPH. La salud inmunológica influye, pues “el virus se puede mantener atenuado, pero con el estrés actual pueden bajar las defensas y aprovechar la oportunidad de replicarse y alterar las células”, asegura. Advierte que tener múltiples parejas sexuales y no usar preservativo incrementa posibilidades de ITS en general, como VPH y VIH.

Cuidado y prevención

Está de manifiesto qué se requiere para cuidarse. Primero, la responsabilidad en la esfera íntima, donde además de mantener una pareja sexual única para prevenir las ITS se debe usar condón masculino o femenino, resalta.

Pero, lo más importante es que “lo más seguro para prevenir y llegar a tiempo en estos cánceres es el PAP y la mamografía”, asevera Carolina Bascur. El llamado es no temerle a la Covid-19, sino a la posibilidad de no detectar temprano y que las mujeres vayan a sus controles y no dejen pasar más si se han atrasado, informándose de los horarios de atención que hay en los Cesfam o acudir a médico o médica del sistema privado. Junto a las medidas de autocuidado, acerca de cómo usar adecuadamente la mascarilla, por ejemplo, en los recintos sanitarios hay protocolos para controles ginecológicos y toma exámenes de forma segura.

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