Señora Directora:
En octubre, como cada año, se celebra el Mes de la Ciencia. Numerosas actividades se desarrollarán dentro y fuera de las salas de clases, para motivar y enseñar sobre experiencias científicas. Podremos encontrar actividades para experimentar con temas de astronomía, robótica, ciencias naturales y muchos más.
Casualmente, en nuestro país, la celebración del Mes de la Ciencia coincide con el inicio de la primavera, con más horas de luz, y temperaturas más agradables para pasar tiempo al aire libre. Esto nos permite aprovechar la oportunidad para participar con más entusiasmo de estas actividades, diseñadas para estimular el razonamiento científico y pensamiento crítico, especialmente de los niños.
Para nadie es un secreto que hoy los niños pasan cada vez más horas frente a las pantallas, salen cada vez menos a jugar afuera, y tienen cada vez menos contacto con la naturaleza. Por otra parte, las pruebas internacionales que miden competencias científicas en niños de enseñanza básica y media nos han posicionado bajo el promedio de países en vías de desarrollo. En un futuro bastante cercano, nuestros niños crecerán con las consecuencias del cambio climático, y deberán entender su entorno y saber adaptarse a nuevos desafíos. En ese sentido, serán de gran importancia las habilidades de observación y pensamiento crítico que hayan adquirido durante su crecimiento.
Considerando esto, deberíamos aprovechar esta primavera como una oportunidad para reconectarlos con la belleza de su entorno al aire libre, llevándolos a actividades científicas fuera del aula. Seguramente, este vínculo será clave para que, en un futuro, se sientan parte de la solución para enfrentar las consecuencias del cambio climático en sus vidas.
Dra. Constanza Quiroz Werlinger
USS