Carta a la directora

Experto explica por qué esta temporada ha sido más benigna en materia de incendios en Biobío

Siniestros forestales no solo afectan a la flora y fauna, sino que también a las personas que habitan cerca de estos espacios. Dr. en Ecología del Fuego, Eduardo Peña, dijo que es positivo que esta temporada no esté siendo tan crítica, pero hay que seguir siendo precavidos.

Por: Diario Concepción 04 de Febrero 2024
Fotografía: Isidoro Valenzuela

Por Montserrat Serra Cárdenas

En comparación con el año 2023, el catastro de incendios forestales ocurridos en la región es considerablemente menor.

Según la Corporación Nacional Forestal (Conaf), las temporadas de los años 2017 y 2023 han sido las más críticas en cuanto a estas catástrofes se trata.

Y es que, a casi un año de los siniestros, es evidente que la temporada 2024 ha sido menos crítica en materia de incendios forestales por el momento.

Explicación de experto

El doctor en ecología del fuego y académico de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción (UdeC), Eduardo Peña, dijo que efectivamente hay menos incidencia de los siniestros este año.

“La verdad es que es un asunto de azar, porque casi el 99.3% de las catástrofes incendiarias son causados por el ser humano”, explicó el doctor.

“Lo que sí hemos visto a lo largo del tiempo es que a veces, cuando hay temporadas complicadas, después de dos o tres periodos en que no pasan muchas cosas, vuelve a repetirse la intensidad de los incendios”, comentó Peña.

“También depende de factores como el clima, por ejemplo, si hace mucho calor junto a fuertes vientos, es más fácil que se produzca un incendio”, complementó.

Añadió que “el cambio climático también favorece la producción de siniestros, ya que el pasto se seca completamente y el combustible muerto se calienta, generando fuego inmediato”.

Hay muchos factores que determinan la producción e intensidad de un incendio forestal. “Todas estas situaciones que nombré anteriormente se han intensificado, haciéndose más frecuentes”.

“Antes ocurrían siniestros catastróficos cada 5 o 10 años. Ahora suceden cada 2 o 3 años”, estimó el doctor en ecología del fuego.
La cantidad de desastres activos también influye. “Cuando es un solo incendio es fácil controlarlo, ya que están todos los esfuerzos allí. Pero cuando hay 35 activos al mismo tiempo es mucho más complicado”, aclaró Eduardo.

El académico reconoció que “también, si no se alcanza a llegar a tiempo, aproximadamente unos 10 minutos antes cuando el fuego aún es pequeño se puede enfrentar con brigadas y aviones, pero cuando ya es demasiado tarde los recursos no alcanzan”.

Sin embargo, algo que es innegable es que las medidas de prevención y fiscalización han aumentado de sobremanera.

Entidades como Conaf y diversas brigadas forestales han redoblado sus esfuerzos para evitar que los siniestros afecten a la comunidad como el año 2023.

“Antes hubo una temporada compleja, por lo cual ahora todos están informados y siendo más cuidadosos respecto al tema”, reconoció Eduardo.
Analizó que este año “se han hecho muchos kilómetros de cortafuegos y lo más importante, es que la gente está actuando por cuenta propia preparando sus viviendas rurales”.

Un detalle importante es que ahora, los cortafuegos tienen un grosor más ancho, lo que permite ralentizar el fuego y tener más tiempo para evacuar o apagarlo.

Proyecciones

Si bien la producción de incendios forestales es una cuestión de azar, hay ciertas proyecciones según los análisis de expertos.

“Se mencionaba que posiblemente, marzo fuera un mes complejo para este tipo de siniestros”, expresó Eduardo Peña.

Si analizamos el año pasado, se quemaron más de 400.000 hectáreas de suelo en la región, lo que es demasiado comparado con el promedio anual de 65.000 a 70.000 hectáreas afectadas en temporadas anteriores.

Otro ejemplo grave es la temporada del año 2017, donde se superaron las 550.000 hectáreas quemadas.

Se han hecho varios esfuerzos para poder predecir cuándo y dónde podría empezar un incendio, pero estas situaciones son tan impredecibles, que ni siquiera la tecnología más avanzada podría acertar con precisión.

“Hace años atrás se hizo un modelo en Concepción que pretendía determinar en base a las condiciones ambientales de cada día cuál era el punto más susceptible de producción de siniestros”, explicó el doctor.

Se esperaba que, al encontrar un sitio vulnerable al fuego, atendieran brigadas “standby” a la espera cercana del foco de incendio.
“Pero como las catástrofes la produce un pirómano, probablemente cuando veía esas acciones, decidía ir a otro lado a quemar objetos inflamables. El modelo era bueno, pero su aplicación no tanto”, determinó.

Pero lo que todos podemos hacer hasta el momento es preocuparnos de prevenir y denunciar en caso de ver a alguien iniciando un incendio.

Cabe recalcar que esta información es solo en base a predicciones de expertos en el tema, pero no quiere decir que vaya a ser así.

Como dijo Eduardo, esto es cosa de azar y solo podemos esperar a que la sociedad tenga conciencia y no continúen con malas prácticas.

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