Señora Directora:
“He hablado sólo una vez con el intendente Giacaman”, sentencia el alcalde de Concepción. Esta declaración, de una de las principales autoridades de esta comuna en los tiempos que esta ciudad, el país y el mundo sufre la mayor pandemia de los últimos años, sin olvidar los meses del “estallido social”, resulta una verdadera afrenta para los ciudadanos de la capital regional.
Para que exista diálogo, se necesita la voluntad de todos y estas dos autoridades no han sido capaces de superar sus legítimas diferencias, privilegiando otros intereses por sobre los requerimientos urgentes de la Región y de la comuna de Concepción.
Hoy la mínima exigencia que se les puede solicitar, es que depongan su amurramiento y, en un acto de madurez republicana, dediquen sus energías a trabajar mancomunadamente por los más necesitados y responder a la confianza que en algún momento, tanto los electores como la máxima autoridad del país, depositaron en ellos.
Tomás Varela H.