Carta al director

Homenaje póstumo

Por: Diario Concepción 14 de Diciembre 2019

Señora Directora:

A comienzos de noviembre pasado falleció en Talcahuano la profesora Ana Beatriz Espinoza Maldonado, precursora y tenaz defensora de la educación pública de adultos en el país y, en particular, en este puerto.

Hija mayor del matrimonio formado por Alfredo Espinoza y Ana Maldonado. Estudió en el Colegio Inmaculada Concepción del puerto y terminó en el mismo plantel en Concepción. Prosiguió estudios superiores en la Universidad Católica de Chile, donde egresó en el año 1956 con el título de Profesora de Biología y Química.

Su primera destinación fue el Liceo Nº 2 de Santiago. En 1957 ingresó al Liceo de Niñas de Concepción, tarea que desarrolló hasta 1968, año que el Ministerio de Educación desarrolló un plan destinado a mejorar la educación de los trabajadores. Ahí le asignó la responsabilidad de organizar y dirigir el naciente Liceo Nocturno del puerto. En el país se crearon 92 liceos nocturnos, uno de los cuales fue el de Talcahuano.

Su experiencia profesional, especialmente en España y otros países latinoamericanos, la había convertido en un referente de la educación de adultos. El nuevo Liceo Nocturno del puerto abrió sus puertas en el local del Liceo A-21, con 14 cursos y 722 alumnos, siendo el establecimiento más grande de su tipo en el país. Pocos años después llegaría a tener más de 1500 estudiantes adultos.

Miles de obreros, empleados, dueñas de casa, funcionarios de la Armada y de las industrias completaron su educación media en el plantel de adultos porteño. Muchos de ellos llegaron a la educación superior. En 1980 el establecimiento de adultos se fusionó con el Liceo A 21, actual Pedro Espina Richter. Ese año Ana Espinoza asumió el cargo de Directora del Liceo A 21 hasta 1982.

Ana Espinoza fue una maestra integral, convertida en un símbolo nacional de la educación pública de adultos. Sostenía que esa educación era el gran ingrediente democratizador y de mejoramiento de las condiciones de vida de hombres y mujeres, sin limitación de edad. Siempre respaldaba a sus colegas y sentía un gran orgullo por sus alumnos. Profesores recuerdan la defensa que hizo de ellos durante los años de la dictadura; y los exalumnos destacaban su vocación de maestra exigente, pero muy humana.

Juan Costa T.
Periodista
Profesor de Historia y Geografía

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