Carta al director

Remezón en las estructuras sociales

Por: Diario Concepción 02 de Noviembre 2019

Señora Directora:

La sociedad humana periódicamente debe efectuar ajustes en sus estructuras y en sus procedimientos. En efecto, la cultura humana y la civilización están hoy día creciendo en forma exponencial y, por tanto, es indudable que la organización social deba ponerse acorde con este crecimiento desmesurado. Las estructuras sociales van quedando obsoletas.

Como componente muy destacado de nuestra civilización se encuentra la distribución de la economía. Las diferencias de hoy día en la distribución de la riqueza – y lo que viene con ella- son más grandes que nunca lo han sido. La civilización en su crecimiento ofrece productos magníficos y deseables, pero a ellos tienen acceso sólo algunos. Esto es paradojal, pues hoy día cualquier ciudadano humilde vive mejor que un rey de la antigüedad. Esta paradoja trae consigo resentimientos, pues a este bienestar deseable tienen acceso los ciudadanos de manera muy desigual: más desigual que la que había entre ese rey medieval y el más humilde de sus vasallos.

Agreguemos a ese panorama el avance increíble en materia de comunicación. Portamos en el bolsillo tecnología increíble (“¡diabólica!”, habrían dicho mis abuelos). Ello hace más evidente la desigualdad de la que hablamos, pues es conocida y comentada por todos en fragmentos del tiempo en que se hacía hace años: se genera una sensación de desigualdad, que –a poco- se transforma en sentimiento y emoción compartidas. ¡Parece que me están viendo la cara…! De ahí al actuar colectivo, a la marcha callejera, pasa poco tiempo. Esos mismos artefactos que mi abuelo habría llamado diabólicos, permiten la reunión: primero de ideas compartidas y luego, de comunidad de acción… y los hechos que conocemos y que concitan estas reflexiones.

¿Qué hacemos entonces? Esa es la gran pregunta que estamos obligados a hacernos, si queremos superar esta crisis y alcanzar un país más justo y digno.

Ramón Victoriano Lamilla

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