Carta al director

De pencones y penquistas

Por: Diario Concepción 05 de Octubre 2019

Señora Directora:

Pegu-co era el nombre en mapudungún del valle y la bahía de Penco, dice el Libro de Oro de la Historia de Penco. Víctor Hugo Figueroa, autor del libro, citando a Diego de Ovalle, traduce esa palabra como “agua de peumo” o “agua de pegú”, un árbol de frutilla muy sabrosa.

La castellanización derivó en Penco, que es vocablo que utiliza Alonso de Ercilla en el canto primero de La Araucana quien, recordando la batalla de Andalién, escribió: “[…] Allí fue preso el bárbaro Aynabillo // Honor de los pencones y caudillo”, primera vez que se utiliza este gentilicio en un escrito, señala Jaime Robles, presidente de la Sociedad de Historia de Penco. El poema épico, a renglón seguido, señala: “De allí llegó [Pedro de Valdivia] al famoso Bío Bío // El cual divide Penco del Estado”. Nueva mención geográfica. La última del canto primero se refiere a las ciudades fundadas por los castellanos. “Coquimbo, Penco, Angol y Santiago // La Imperial, Villarica y La del Lago”. No menciona a Concepción. Ercilla era más pencón que penquista al parecer. Pedro de Valdivia, en cambio, habla de su hazaña, la fundación de la “ciudad de La Concepción” un 5 de octubre de 1550. En sus cartas la describe como un “puerto y bahía, que es el mejor que hay en Indias”. Sueña con crear una nueva Sevilla. Pero su deseo se vio coartado con su muerte en 1553.

Gerónimo de Bibar (o Vivar) también nombra a La Concepción en su Crónica y Relación Copiosa y Verdadera, datada en 1558, mas no a Penco. Doble mención para una sola realidad. La convivencia entre ambos conceptos duró siglos, hasta que, en 1751, un violento terremoto y tsunami destruyó (nuevamente) la urbe.

El traslado (ejecutado recién en 1764) obligó a despoblar su antigua ubicación, refundándose Concepción en el valle de la Mocha, trayendo consigo el neo-gentilicio de penquistas, es decir, los de Penco, que perdura hasta hoy. En cambio, la refundación de Penco en 1843 como villa les dejó el de pencones, que es el mismo con que los identifica Ercilla en 1557. De este modo, en sus nombres, se hermanan tierra y gente, como sus primeros habitantes (mapu-che), quienes fusionados al castellano dejaron en estas latitudes un gran mestizaje, cuyos hijos (nosotros) también debemos ser conocidos como gente soberbia, gallarda y belicosa, pero frente a las dificultades de la vida y los desafíos de la tierra. Nuestra adaptación de siglos, de hecho, hoy nos permite presenciar el 469° aniversario de Concepción, una ciudad que persiste siendo una muy noble y muy leal villa (republicana).

Carlos Eduardo Ibarra Rebolledo
Académico Pedagogía de Educación Media en Historia y Geografía USS

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