Señor Director:
En el ámbito nacional, los conflictos ambientales han estado encabezando las primeras planas de los medios de comunicación. Este fenómeno es en parte por la concientización de las comunidades locales al atribuir al medio ambiente un mayor valor y asociarlo directamente con la calidad de vida de los ciudadanos.
A su vez, la educación ambiental y el interés de las comunidades por informarse sobre los proyectos que se ejecutan o que están en tramitación ambiental ha generado controversias como en los proyectos de las terminales de gas natural licuado en Penco Lirquén y el proyecto de ampliación para la celulosa Nueva Aldea.
Teniendo en cuenta el contexto industrial de la Región del Bío Bío, además de la nueva promulgación de la nueva Región de Ñuble, hay que estar conscientes sobre los cambios que esto podría generar en la disponibilidad de recursos públicos por parte de las autoridades municipales para afrontar los nuevos desafíos a futuro.
Además, ahora con la última noticia, la cual indica que nuestra región es la segunda más multada por problemas ambientales, nos genera nuevas incertidumbres. Primero, nos indica que el sector privado no tiene dentro de sus principales prioridades acelerar el mejoramiento de sus sistemas de producción en pro de la calidad de vida de los ciudadanos que en su mayoría comprenden a los trabajadores que sustentan la producción y conjuntamente a las respectivas familias. Los titulares hablan de la implementación de nuevos sistemas de monitoreos de segunda generación por parte de las autoridades municipales que no solucionan el problema de raíz.
Andrés Montecinos
Licenciado en Ciencias Ambientales UdeC