Señor Director:
Soy estudiante de ingeniería en una de las universidades más caras del país y me veo en la obligación de compatibilizar mis estudios con el trabajo. Por este mismo motivo, pienso que el rechazo al estatuto laboral para estudiantes por parte de los sectores de izquierda es sumamente irresponsable y no puede estar más ajeno a la realidad de quienes debemos trabajar mientras estamos estudiando.
Según el PC, con esta nueva norma los jóvenes no podrían negociar colectivamente y no tendríamos derecho a indemnización. Y hasta donde entiendo, para tener ese derecho es indispensable, primero, tener un trabajo. Algo bastante difícil cuando el desempleo juvenil alcanza cerca del 17% (Clapes UC).
De acuerdo a la información que manejo, el nuevo estatuto busca, justamente, regularizar este tipo de situaciones haciendo que las empresas tengan incentivos para contratarnos. Asimismo, podríamos trabajar más horas pero con un máximo de 30, tener vacaciones, y por si fuera poco, ser empleado sin perder las becas de manutención que nos entrega el Estado o los beneficios de ser carga de nuestros padre en Fonasa e Isapre.
Por lo que pretender quitarnos esa posibilidad, con el pretexto de que nos están protegiendo o se está precarizando el empleo, es un argumento que no tiene el más mínimo análisis. Los jóvenes de hoy queremos un trabajo estable, de corto plazo, que nos permita pagar nuestros estudios o mantenernos. Negarnos esa oportunidad, es una de las mayores irresponsabilidades que se pueda cometer.
José Tomás Correa.
Estudiante de ingeniería UDD