Estamos claros que en Talcahuano el sector industrial pesquero esta en decadencia y que el futuro es orientar nuestra comuna a un rubro enfocado en el turismo. Pero no me cuadra que autoridades se jacten de trabajar por un mejor futuro para la comuna puerto, hablando de hacer todos los esfuerzos para que Talcahuano sea un polo turístico de nivel, si tenemos prácticamente abandonada la tremenda bahía con la que contamos.
Si no fuera por la reconstrucción post terremoto, en este momento seríamos casi una ciudad fantasma, con casos como el abandonado RAM Poderoso, que por temas netamente de gestión política no puede ser devuelto a la vida útil.
Otros han sido los diversos conflictos que han tenido los empresarios de los botes turísticos de la Bahía de Talcahuano, quienes ni siquiera cuentan con espacio para guardar sus equipamientos, estos mismos empresarios que cada verano mueven a miles de turistas generar ingresos a la comuna.
La situación del Cendyr Náutico es preocupante, tanto la infraestructura que es casi construida de forma amateur, y el bajo presupuesto con el que cuentan por parte del Municipio generan que tengan que disponer de embarcaciones prestadas por terceros para generar un “normal” funcionamiento de sus actividades. Aun así, se las han arreglado por competir frente a agrupaciones Privadas y dejar bien puesto el nombre de Talcahuano.
Antes de vociferar a los cuatro vientos que queremos ser una comuna turística, partamos solucionando detalles tan importantes como apoyando a quienes le dan vida a la bahía de Talcahuano y generar réditos a la comuna con su actividad.
Las plazas y áreas verdes son tan importantes como la historia marina (RAM) y el deporte náutico (Cendyr).
No le demos la espalda al mar.
Jaser Arriagada Campos