Señor Director:
Pese a algunas críticas por la gran celebración que organizan el Gobierno Regional y el Municipio penquista para conmemorar los 200 años de la primera proclamación de la independencia en Concepción, a mí me parece una decisión más que acertada. Desde que tengo uso de razón, nunca se ha hecho nada para validar esta fecha importante, posiblemente porque al caer en año nuevo, todos tienen otras “prioridades”.
Había que hacerlo alguna vez, y la fecha de los 200 años me parece obviamente la más adecuada. Ya vendrán otros centenarios o cincuentenarios para tirar la casa por la ventana. Todos los años se entretiene a ciudadanía quemando pólvora los 1 de enero, por el simple hecho de renovar el calendario. Ahora hay una razón más de peso, para recordar un periodo bélico en que la provincia de Concepción lo pasó pésimo, en que debió (una vez más) cargar con el peso de una guerra que la arruinó (recordemos que O’Higgins quemó las cosechas para dejar sin provisiones a las tropas realistas).
Recalcar que la primera proclamación de la independencia fue acá, me parece, por lo demás, un acto de justicia y una reparación para una zona que, a diferencia de Santiago y Talca, sufrió en carne propia el costo de la guerra. Hace 200 años, los penquistas lo pasaron pésimo en este proceso, y en ese momento, pocas ganas habían de celebrar. El lunes, en cambio, tendremos una inmejorable excusa para descorchar una botella de espumante.
Francisco Bañados P.