En nuestra sociedad existe la creencia de que las personas con discapacidad mental están fuera de la realidad, que por lo general son personas “violentas” y con las cuales uno no puede comunicarse adecuadamente. En la mayoría de los casos, estos prejuicios o desconocimiento nos lleva a tener muy pocos puntos de encuentro y a marginarlos de la vida social y comunitaria, a la cual todos tenemos derecho.
Si a la falta de interacción con el medio social, que es un elemento relevante en la generación de discapacidad mental en las personas, sumamos una situación de pobreza extrema, esto se transforma en un factor adicional de vulnerabilidad que incrementa el riesgo de exclusión social tanto de las personas que padecen discapacidad mental como de sus familias, generando así un círculo vicioso de doble exclusión que los empobrece a ellos y a su grupo familiar, que son los encargados cotidianos de los apoyos y cuidados. En este contexto, la carga asociada al apoyo y cuidado se traduce, para los cuidadores en dificultades para acceder al mundo laboral, altos niveles de estrés, aislamiento y ruptura de vínculos, con riesgos para su salud física y mental.
En Chile existen más de 100 mil personas con discapacidad mental en situación de extrema pobreza y exclusión. En este grupo la carga asociada al cuidado, los costos económicos y el estigma social, hacen que para una familia que tiene uno o más miembros con discapacidad mental, sea casi imposible salir de esta situación de pobreza.
Rostros Nuevos, fundación del Hogar de Cristo, trabaja en la Región del Bío Bío con más de 80 familias en esta situación en las comunas de Penco, Curanilahue, Los Alamos, Tomé, Talcahuano, San Pedro y Concepción. Para estos programas y todos los que existen desde Coquimbo a Chiloé buscan recursos vía online, en alianza con Mercado Libre, a través de una novedosa colecta digital (www.mercadolibre.cl/hogar-de-cristo). La campaña tiene dos finalidades: la primera y obvia es reunir recursos para colaborar con Rostros Nuevos, pero también se busca relevar la necesidad de un cambio cultural que acabe con los prejuicios y la exclusión.
María Isabel Robles
Directora Ejecutiva de Rostros Nuevos