Señor Director:
Cuando nuestro arquero Claudio Bravo antes de subirse al avión que lo llevaba a Rusia dice “No necesitamos decir a que vamos, la gente lo sabe”, es la mejor señal que nuestra selección tras 100 años de triunfos morales, perder por pocos goles, sacar empates con los jugadores colgados del arco y otras, encontró el camino a los triunfos de verdad, con cambio de mentalidad, jugar de igual a igual con todos, se le puede ganar a cualquiera y lo más importante: se puede ser campeón a nivel de selección.
Esto quedó ratificado al ganar dos Copa América y nada más y nada menos que a la mismísima Argentina. Es de justicia decir que Bielsa le cambio a nuestra roja el switch, que Sulantay eligió a los actuales créditos cuando aún eran casi niños, luego Sampaoli le agregó una caja de cambio de velocidades y hoy Pizzi tiene una selección que solo necesita echarla a andar, hacerle mantención y buscar los recambios para los Sánchez, Vidal, Bravo, Medel y otros.
Cuando Claudio Bravo dice que todos sabemos a qué van a Rusia, es la pura verdad: a ganar la Copa Confederaciones. Ya no como una quimera inalcanzable, para luego perder sin pena ni gloria cayendo en profundas decepciones (Mundial ´82 en España con “Locutín” Santibáñez y el carro de la victoria), sino como algo muy posible, los números, el ránking FIFA, los triunfos en equipos europeos, las copas y lo más importante sus ganas de ganar, ganar y ganar todo, los avalan plenamente que sumado al gran apoyo de la “Marea roja”.
Luis Enrique Soler Milla