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Anneliese Dörr: “Esperamos que la moda cannábica termine y no sean tantos los dañados”

Por: Daniela Salgado 01 de Julio 2017
Fotografía: Francisco Bañados P.

Tras las declaraciones entregadas por la activista Ana María Gazmuri, la doctora entregó sus apreciaciones y lamentó que se discuta un tema médico con personas no instruidas en la materia.

En su visita a la Región, por motivo de un seminario realizado en la Universidad del Desarrollo, la actriz y activista pro cannabis, Ana María Gazmuri, realizó una serie de aseveraciones sobre el uso medicinal de la marihuana en niños y adolescentes.

A juicio de la directora ejecutiva de la Fundación Daya, el utilizar la hierba, por ejemplo, en menores con epilepsia es un riesgo beneficioso, ya que “las convulsiones son mucho más peligrosas que la cannabis”.

Esas declaraciones no dejaron indiferente a la doctora en psicología y directora del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Chile, Anneliese Dörr, quien descartó las aseveraciones de Gazmuri y consideró que “discutir temas de índole científico no puede hacerse de manera light, o sea, no se pude poner a debatir a profesionales de la salud especializados en investigación con personas del mundo artístico”.

Dörr es una voz autorizada. Lleva más de 10 años junto a otros profesionales dirigiendo y coordinando algunas investigaciones que ponen sobre la mesa las reales consecuencias que provoca el consumo de marihuana en adolescentes.

– Ana María Gazmuri afirmó que el tratamiento del dolor a través de cannabis puede abrir una puerta a mejorar las condiciones de vida de pacientes con patologías graves. ¿Comparte esa opinión?

–  Primero hay que aclarar que la marihuana nunca ha sido medicinal. Esta planta tiene entre 489 a 500 componentes, según el tipo (índica; sativa), sólo 70 de estos son cannabinoides, y dos de estos (THC y CBD) son los que se están estudiando para ver sus posibles beneficios de salud. El resto de los componentes son sustancias potencialmente neuroactivantes y peligrosas para la salud como terpenos, hidrocarburos, cetonas, entre otros.

Se han realizado varios estudios donde se extraen y sintetizan los cannabinoides bajo estrictas normas y no en la cocina de las casas en modalidades de aceites o alguna otra preparación, y no se ha demostrado que la marihuana sirva para tratar cáncer, inflamación intestinal o mal de parkinson. Es más, está comprobado que ésta incrementa el riesgo de sufrir esquizofrenia.

– ¿Considera que es antojadizo que en la discusión se ponga sobre la mesa sólo las cualidades de aplacar el dolor y no los efectos en el desarrollo cognitivo de los menores?

– En el mundo científico no hay dudas respecto al daño que provoca la marihuana en el cerebro, en especial en las áreas relacionadas con la memoria, el humor y las funciones que tienen que ver con la posibilidad de logro o llegar a término mis intereses y metas propuestas.  También se sabe que produce daños en la conformación estructural del cerebro si se consume en la niñez y adolescencia, y problemas funcionales en la adultez. La evidencia científica es aplastante, por lo tanto hay que tener mucho cuidado con desperfilar su uso.

En lo que respecta a su uso como medicina, hasta el momento es bastante discreta la evidencia científica que sostiene que  los cannabinoides que se extraen de la marihuana son eficientes para el tratamiento del dolor crónico y la espasticidad. Por su parte, el metanálisis del Jama concluye que existe poca evidencia de calidad científica respecto al uso de cannabinoides en mejora de vómitos y nauseas por quimioterapia, en trastornos de sueño y síndrome de la Tourrette. Este además afirma que el uso de cannabinoides  está asociado a un aumento de riesgos adversos en el corto plazo.

–  Las declaraciones de Gazmuri, a su juicio, contribuyen a desinformar o quitarle peso a los reales efectos de la marihuana?

– No es serio científicamente que  se discuta un tema médico con una persona de un ámbito tan diferente, por importante que éste sea.  Esto induce a dejar en el ambiente una igualdad de argumentos que no corresponde, lo que lleva finalmente a la expresión más evidente de posverdad (información o aseveración que no se basa en hechos objetivos, sino que apela a las emociones, creencias o deseos del público). Sólo se instalan ideas que el auditor quiere escuchar.

Lo objetivo es dar a conocer el último informe de la National Surveyon Drug Use and Health de Estados Unidos, donde se alerta acerca que las hospitalizaciones relacionadas con la marihuana en Colorado han aumentado más del 70% desde su legalización, significando un incremento de 30% anual. Es decir, se cuadriplicó el número de adolescentes atendidos de emergencia por intoxicación de marihuana y se experimentó un alza a más del doble en accidentes de tránsito relacionados al consumo de ésta.

El NeuroSpect

– Según la actriz, se demostró que los resultados mostrados por el NeuroSpect, estaban asociados al consumo de alcohol más que al cannabis. ¿Cómo puede refutar esa aseveración?

– La afirmación realizada por la señora Gazmuri respecto al respecto al estudio realizado por la facultad de Medicina de la Universidad de Chile junto a la CLC, es totalmente falsa. En el estudio denominado Efecto marihuana en escolares sobre funciones cerebrales a través de pruebas neuroopsicológicas y neuro-spect (2013), se descartó de la muestra de estudio a aquellos adolescentes con consumo problemático de otras sustancias como alcohol y otras drogas, incluyendo medicamentos. Esto deja en evidencia que no leyó el estudio, y si lo hizo al parecer no entiende sobre metodología de la investigación.

Cuando se lee un estudio científico se debe saber interpretar los resultados, porque un error en la lectura o en la comprensión puede llevar a hacer declaraciones imprecisas, falsas que enlodan la investigación nacional  que ha sido reconocida como válida en instancias internacionales

– ¿Siente que nadan contra la corriente en una sociedad que se muestra cada vez más receptiva al uso medicinal de la marihuana?

– Creo que finalmente va a imperar los datos basados en la evidencia científica, y que esta moda “cannábica” tendrá que tener su fin.  Esperemos que no sean tantos los dañados por el camino como sucedió con el cigarro, sin embargo, nuestro país ha sido de los más afectados mundialmente por esta ideología.  Esta idea que es medicina natural la marihuana no  se instaló de manera accidental, detrás hay grupos económicos que quieren hacer su gran negocio, y esto está bastante probado.  No ha más que ver la manera que fue financiado en Uruguay la propaganda pro legalización.

 

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