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Sergio Baeriswyl explica por qué el soterramiento de la vía férrea es tan importante para Concepción

Se recuperarían 1,6 hectáreas de terreno que podrían ser ocupados para generar un gran parte que estimule la recreación y que conecte de manera efectiva a la ciudad con el río.

Por: Diario Concepción 04 de Abril 2017
Fotografía: imagenPrincipal-5198.jpg

Se recuperarían 1,6 hectáreas de terreno que podrían ser ocupados para generar un gran parte que estimule la recreación y que conecte de manera efectiva a la ciudad con el río.

Ximena Valenzuela Cifuentes 
ximena.valenzuela@diarioconcepcion.cl

Hace más de 150 años, el director general de Obras Públicas, Pascual Binimelis, se opuso a la instalación de una vía férrea en su emplazamiento actual en Concepción, pues impediría la conexión con el río. Sin embargo, las consideraciones económicas y la falta de visión de las autoridades de la época determinaron su emplazamiento ribereño, generando así una notoria diferencia entre lo que significa vivir de uno y otro lado de la vía. 

El tiempo le dio la razón a Binimelis y desde hace más de 20 años se discute la necesidad de soterrar un tramo de la vía férrea para devolverle a la ciudad la posibilidad de volver a llegar al río. 

Recién esta semana el Gobierno dio un histórico paso para concretar la iniciativa, al anunciar la licitación del estudio de ingeniería de detalle para el soterramiento, análisis que contará con $3.000 millones para su financiamiento, dos mil de ellos entregados por el Gobierno Regional y mil por el Ministerio de Transportes. 

El estudio, que estará listo en marzo de 2019, permitirá definir cuál es la mejor forma de soterrar la vía, dónde construir un nuevo patio de desvíos de operaciones y el taller de mantenimiento de trenes, además de diseñar la estación soterrada de pasajeros de Concepción. 

Para el arquitecto y Premio Nacional de Urbanismo, Sergio Baeriswyl, el estudio es un paso fundamental y sin retroceso. "Destinar los fondos para el diseño de ingeniería es transformar lo que hasta ahora era una idea, en un verdadero proyecto para hacer factible su ejecución. Es un gran paso, que además demuestra mucha convicción, liderazgo y coordinación entre todos los actores públicos regionales".

El urbanista y director del departamento de Planificación y Diseño Urbano de la Universidad del Bío Bío, colaborará como asesor de materias urbanas en el desarrollo del proyecto, de tal manera, de lograr concensuar los anhelos de la comunidad y las necesidades urbanísticas en el que, de realizarse, será uno de los grandes hitos de la ciudad. 

– Se habla de soterrar entre 800 y 950 metros. ¿A su juicio, qué sería lo ideal, tanto para el paso de la carga como para el desarrollo de la ciudad?

– Lo ideal siempre será que el trazado ferroviario pueda soterrarse en la mayor longitud posible. Los estudios técnicos preliminares han determinado una extensión aproximada de 800 a 950 metros de longitud, pero esto está totalmente condicionado al estudio definitivo que comienza ahora y a las condiciones de operación del ferrocarril. 

– ¿Cuáles son esas condiciones? 

– Por ejemplo, se debe respetar la cota de altura del túnel y el puente ferroviario, lo que condiciona la pendiente y la longitud del soterramiento, ya que este debe seguir operando en buenas condiciones para las funciones de carga y logística.

– ¿Cómo debería ser el soterramiento para cumplir con las expectativas de abrir la ciudad al río? ¿Soterrada totalmente o semisoterrada con pasos sobre nivel como se habló alguna vez?

– Lo óptimo es un soterramiento que permita recuperar espacios públicos en su parte superior. Si ocurre así, se estima que podrían recuperarse 1,6 hectáreas de espacios públicos, por donde actualmente transita el ferrocarril y, esto es muy relevante para la ciudad. Estos espacios pasarían a ser plazas o un gran parque para la comunidad, facilitando la conexión entre la ciudad y el río.

– ¿Cuál sería el valor de la obra?

– He escuchado cifras de 50 millones de dólares, otros que hablan de 100 millones de dólares. Pero no hay que asustarse del costo porque hace 11 años en Valparaíso se gastaron 300 millones de dólares y nosotros estamos muy por debajo de ese gasto, que se hizo cuando el país era mucho más pobre que hoy. Ahora somos cuatro veces más ricos. No veo ninguna razón económica ni presupuestaria. 

– Además de los recursos, ¿cuáles serían las piedras de tope para no soterrar la vía? ¿Suelos? ¿Voluntad política?

– Creo que los aspectos técnicos son todos solucionables. Lo que siempre puede ser un problema es la coordinación entre los actores involucrados y, perseverar en la voluntad política para concretar la obra finalmente. También creo que es muy importante integrar a la comunidad, para que conozcan el proyecto y lo hagan suyo, porque cambiará la cara y la calidad de vida de su ciudad.

– ¿Qué factores justifican el soterramiento?

– Puede parecer exagerado, pero para mí hay 10 buenas razones para ello. Integrará la ciudad con el río Bío Bío, integrará a las familias que viven en condiciones de marginalidad al otro lado de la línea, mejorará la eficiencia del transporte público, mejorará la conectividad y disminuirá la congestión vehicular. Además, creará espacios para la expansión de la ciudad y para nuevas inversiones, permitirá contar con más espacios públicos y áreas verdes, reducirá los riesgos de accidente para vehículos y peatones, mejorará las condiciones de funcionamiento del transporte de carga a los puertos. Logrará tener una ciudad más bella, más moderna y amigable y, por último, mejorará la calidad de vida de los habitantes del Gran Concepción.

Asesor directo

– Si pudiéramos dar un ejemplo de soterramiento para realizar en Concepción, ¿cuál sería?

– El mejor ejemplo es el soterramiento de la línea férrea en Viña del Mar, realizado en 2005. Allí soterraron 4,2 kilómetros de línea férrea, que pasaba por pleno centro de la ciudad. El resultado fue un gran cambio, una mejora magnífica de la ciudad, lo que permitió transformar el par vial Alvarez – Vianna en una gran avenida con un parque central, donde se han concentrado enormes inversiones privadas, han mejorado las condiciones de conectividad y que cambió radicalmente el rostro de la ciudad.

– ¿Cuál será su papel en el desarrollo del proyecto?

– Me solicitaron la posibilidad de tratar de adelantar el proyecto urbano al de ingeniería, es decir, lo que no queremos que pase es que la ingeniería sea la pauta para el diseño urbano y ya no queden espacios para el proyecto de ciudad. La idea es oportunamente que vayan de la mano. Es súper importante que desde un principio la visión de ciudad esté presente en el proyecto. 

– Entonces, va a trabajar directamente con Fesur. 

– Claro, yo voy a colaborar con el equipo estable y permanente. Yo no pertenezco a ese equipo, pero los voy a asesorar en los desafíos de desarrollo urbano que hay comprometidos con este proyecto. 

– La idea es crear un mega parque en el lugar. 

– Un megaparque o una plataforma cívica del Bío Bío, que sea efectivamente una red de grandes parques, que conecte la ciudad con el río. Estaría específicamente sobre la vía y conectaría el Parque Bicentenario, la Plaza Bicentenario y la Plaza España.

– Son áreas de difícil conexión.

– Exactamente, hoy, por ejemplo, la Plaza España está completamente dividida de la Plaza Bicentenario y, esta del Parque Bicentenario. La idea es que estos tres elementos queden integrados, a través del nuevo parque, que va a estar en la plataforma superficial del soterramiento.

Serían áreas exclusivas para potenciar el esparcimiento, la cultura, la recreación y la belleza de la ciudad. Hay voluntar de parte de ferrocarriles y del Gobierno Regional para acentuar eso y por esa razón me han pedido a mi, entre otros, a colaborar en que el objetivo se pueda lograr. 

– ¿Qué posibilidades de desarrollo de la ciudad podrían generarse con el soterramiento, quizás un Bío Bío navegable?

– Si uno proyecta Concepción a 30 ó 40 años, el soterramiento abre miles de oportunidades para la utilización y la integración del río, dentro de las cuales sin duda está la posibilidad de recuperar el río respecto del punto de vista de la navegabilidad, recreación, recuperarlo desde el punto de vista ambiental y paisajístico también, pero esas son palabras mayores que no son parte del proyecto. Pero sí, la iniciativa va a valorar el bien y transformarlo en un elemento relevante. 

– Pensemos en que todo sale bien, ¿cuándo podríamos ver obras?

– Si fuera así, esperemos que el 2019 estén tomadas todas las decisiones para iniciar obras, que implicarían a lo menos dos años de construcción. 

Lo importante es que al haberse comprometido el estudio por parte del Gobierno hay una señal de viabilidad y de apoyo público para el proyecto, es un paso sin retroceso, concreto, actualmente sólo hay una prefactibilidad que dice que es viable. Ahora se hará una ingeniería de detalle que determinará, incluso, el tamaño de un tornillo. La comunidad, los medios y los actores involucrados deberán exigir al próximo gobierno que ejecute la obra.

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