El gran número de food truck en este punto de Talcahuano mantienen en constante preocupación a los residentes. Desde el municipio aseguran que realizan fiscalizaciones.
Dos historias de Food truck que entregan comida en medio de la emergencia a cambio de nada. Familia de Valle Noble, con apoyo de vecinos, se instalaron en Pocuro Alto en Santa Juana para repartir colaciones de comida casera. Han llegado a entregar 300 colaciones diarias. Además, funcionarios de la Salud municipal de Coronel, instalaron otro carro de comida, un emprendimiento familiar, en el Liceo Nueva Zelandia, para proporcionar café y completos a los brigadistas. Todo funciona con donaciones.
La idea es posicionar los vinos y el turismo del sur del país. Será con entrada gratuita y degustaciones por \$ 5.000.
El gerente comercial, Alberto Lara, resalta que con poca inversión se tiene un alto retorno en el corto plazo. “La única manera para alguien que no ha estudiado nada y quiera tener sueldo de gerente es con uno de estos carros”.