El ejecutivo mostró apoyo absoluto a la idea de reformar el Código de Aguas y planteó que debe haber una política estatal para enfrentar la escasez hídrica, tal como se hizo en el año 2000 cuando se definió tratar todas las aguas servidas en Chile.
El científico ahondó en los desafíos que impone el mundo post pandémico, donde la variable ambiental cruza lo sanitario y sus consecuencias.
De acuerdo con el profesional, las razones que explican su proyección son que las reservas de agua se han ido agotando y el pronóstico es nuevamente precipitaciones bajo el nivel de lo normal para la zona.
Todos los registros de la Dirección General de Aguas ratifican una menor disponibilidad del recurso, lo que obliga a tomar y definir acciones para hacer frente a la sequía.