Los dispositivos digitales y conectividad hacen sentir el mundo a un clic, pero también a peligros, que tienen a niños y adolescentes como objetivo vulnerable, por su gran exposición a pantallas y poco conocimiento sobre riesgos.
En la actualidad nuestro país está en el grupo de países que no cuenta con leyes adecuadas en ciberseguridad y protección de datos personales.
Compartir, vincularse y convivir con otros es parte de la naturaleza del ser humano e influye en el desarrollo integral en la infancia y adolescencia. En el confinamiento hay que procurar que distancia sólo sea física, aprovechando las herramientas.
El beneficio está enmarcado en el programa Quiero Mi Barrio, para así facilitar el teletrabajo y la educación a distancia.
Hay que estar bien informado, seguir recomendaciones oficiales junto con asegurar redes WiFi, usar un computador confiable (personal y actualizado) entre otras acciones.