Hay objetivos a alcanzar en accesibilidad, en la participación plena y en la eliminación de la discriminación, la explotación y el abuso hacia niños, niñas, adolescentes y adultos mayores con discapacidad.
Las personas con discapacidad siguen experimentando barreras legales, administrativas y del entorno que impiden o restringen sus posibilidades de participar de la vida política, ya sea al votar o al presentarse como candidatos.
Para la Fundación Tacal, la Ley 21.275 será un gran paso para avanzar en una cultura de inclusión laboral donde se contrate por competencias y se termine con prejuicios.
La formación y el empleo son los principales vehículos para la verdadera inclusión, pero sin duda ésta debe ir acompañada de cambios culturales respecto a la discapacidad.
Que una empresa contrate a personas con discapacidad no la convierte en una compañía inclusiva. Chile requiere contar con estándares definidos para los procesos de inclusión laboral.