Tanto este tipo de recintos como los centros del Sename se encuentran en aislamiento social por mandato presidencial. En la Región existen dos centros de estas características y otra veintena a la que se le entrega subsidio.
Sienten temor por los actos de destrucción que se dan después de las marchas, porque piensan que se pierde el foco de las reales demandas que el país pide.