Ciudad

La visión de los Adultos Mayores sobre la crisis social que vive Chile

Sienten temor por los actos de destrucción que se dan después de las marchas, porque piensan que se pierde el foco de las reales demandas que el país pide.

Por: Mauro Álvarez 17 de Noviembre 2019
Fotografía: Raphael Sierra P.

La canción de Víctor Jara, “El derecho de vivir en paz”, se ha transformado en un icono de esta lucha, que busca lograr cambios sustanciales, pensando en un mejor vivir para miles de Chilenos que ven su futuro complicado, a raíz de las malas pensiones, la salud, las injusticias de las AFP, entre otros temas de debate nacional.

Pero el derecho de vivir en paz, se ha perdido explican los adultos mayores, puesto que sienten que quienes quedan por las tardes, protestan y rompen la ciudad sin pensar en el otro, entienden su rabia, pero no en lo peligroso que queda el transitar para ellos, entre medio de la arena y lo irrespirable que queda el ambiente por el excesivo uso de lacrimógenas que utiliza Carabineros para dispersarlos.

“Estamos muy tristes como adultos mayores, si bien es cierto hay peticiones que son valederas , nosotros pensamos que es el respeto lo primero que tiene que haber entre sea quien sea, algo que hoy no está pasando, los jóvenes tienen que ser coherentes, por ejemplo, si nosotros vamos en un bus no nos dan el asiento y ahora dicen estar peleando por nosotros, eso no lo entiendo”, expresó la presidenta del taller Adulto Mayor Horizonte de San Pedro de la Paz, María Inés Mellado.

María Inés, agregó, “pedimos respeto, los cariños no se obligan, pero el respeto yo lo exijo, porque yo ya trabajé y como dice la canción: tengo derecho a vivir en paz, es cosa de ver Concepción, la ciudad está destruida por culpa de los descolgados de las marchas, dejan todo destrozado el aire queda irrespirable. Ellos no piensan en el otro y menos en los adultos mayores con su triste actuar. Yo soy lotina de origen y en las peores épocas de la crisis minera, jamás vi a los mineros protestar de la forma en que lo hacen esos grupos luego de las marchas, nunca en mi vida vi algo así, ni para el terremoto de 2010”.

Una lenta recuperación

A su vez, Mellado reflexionó e indicó estar muy afligida porque a su edad ellos son muy sensibles, pero es porque se sienten asustados. “Veo lenta la recuperación de todo esto, ha habido avances como el acuerdo por la Constitución, pero esto no tiene pinta de acabar, vamos a quedar con las secuelas y quizás yo no lo alcance a ver, tengo 78 años, he llorado y me emociona mucho porque me da pena ver cómo queda Concepción y el país, por culpa de unos pocos”.

En tanto, Antonio Fuentes, vecino de Concepción, quien visitaba la plaza de la Independencia con regularidad, señaló que, “siento que se está perdiendo el horizonte a raíz de los actos de vandalismo, porque hay cosas que se deben mejorar y es necesario, la gente lo está pidiendo, pero hay formas mejores, como, por ejemplo, marchar, reunirnos y debatir, las oportunidades están”.

Yanira López, profesora jubilada, quien asegura haber estado en la mayoría de las marchas, criticó el actuar de quienes delinquen. “Estos niños que no entienden el foco de las solicitudes que un país entero está pidiendo, sólo hablan de derechos y no deberes, quizás hasta es culpa de nosotros no habérselos inculcado, quizás hasta es culpa nuestra de no haber hecho bien la pega, pero hay una visión de esta juventud, la que destruye, que está totalmente distorsionada”, enfatizó.

En la misma línea, Cecilia San Martín del club Adulto Mayor, Resplandor de Arboleda comentó que las demandas que solicitamos como ciudadanos son importantes, “pero no comparto es el caos, hay formas de pedir las cosas. La vida te enseña con los años que las cosas se resuelven conversando, no hay para qué destruir, de hecho hay gente que está sufriendo las consecuencias y eso nos preocupa, porque ahí trabajan nuestros hijos y nietos, quienes están sufriendo, porque ven afectada su fuente de ingresos por el terror que se vive luego de las marchas pacíficas donde participamos activamente”.

Lo anterior, según detalló la señora Cecilia, es porque “unos pocos destruyen todo el avance que los demás logran al pasar en la marcha, lo que pone en peligro a los pequeños locatarios, quienes deben cerrar más temprano, por el miedo, incluso reforzando sus puestos, Concepción parece un bunker y eso es triste de ver. Tengo la esperanza que las cosas van a cambiar, pero no gracias a esos que hacen destrozos, a ellos yo no me los imagino en un sillón del Congreso”, sentenció.

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