Muchos niños que sufren de acoso no le cuentan a nadie lo que viven. El miedo, la tensión y hasta la vergüenza que les genera la situación hace que prefieran no decir nada de su calvario.
El desafío de los medios tradicionales sigue siendo el mismo, trabajar para lograr la credibilidad de la comunidad, entregando una información veraz y lo más completa posible.