Tenemos diferencias notables con los países desarrollados, una de ellas puede ser su capacidad de hacer obras con visión de futuro remoto y anticiparse con tiempo a cambios que para todo el mundo son inevitables.
El Metro es sólo parte de un complejo sistema que se inserta en el Plan Estratégico de Transporte del Gran Concepción, la hoja de ruta del MOP para programar las obras de infraestructura que se desarrollarán en la zona.
Recomiendan aumentar su recorrido en función del crecimiento proyectado en el plano regulador, pensar en otros modos como los monorrieles y culminar obras pendientes, como la conexión del Bicentenario y la construcción del Industrial.
Es todo un avance que las autoridades hayan expresado un mayor convencimiento sobre el potencial de este proyecto, no solo por salir al paso de un problema de conectividad y transporte que realmente no tiene otra opción mejor, sino por dar una rotunda señal de descentralización.
No sólo los usuarios del transporte público local tendrán los privilegios de contar con este medio de transportes. A estos se suman mejoras en la calidad de vida en los barrios y habitantes de la conurbación y una revitalización económica de la ciudad.