Es la hora de reconocer que una sociedad que se funda única y exclusivamente en la competencia, sencillamente, fracasó.
Esto se viene germinando lentamente, desde hace mucho tiempo, entre quienes nunca han sido considerados para nada, quienes son mirados con desdén por todos los que tienen acceso al poder y privilegios de un sistema excluyente.
Quizás la ira llevada a la calle sea reflejo de una geografía caracterizable por su desborde, no sólo geográfico sino social.
Para alcanzar el tamaño que requiere una compañía Unicornio, las empresas chilenas estarían obligadas a internacionalizarse.
Faltando un mes y medio para el inicio de la COP25, muchas interrogantes se han ido resolviendo, pero algunas de estas aún persisten...
Quienes se limitan a achacarles errores o culpas que derivan en un nihilismo irresponsable, como quienes ignoran los errores del pasado, no hacen más que construir nuevos muros de incomprensión.