La nula vigilancia policial y la presencia constante de delincuentes armados mantienen aterrorizados a sus residentes. Desde 1980 que esperan el regreso de la unidad policial que había en el sector.
Las visitas del Jefe de Estado se han interpretado como apoyo al nuevo intendente, pero también como una forma de recuperar terreno en su caída en las encuestas de popularidad.