En nuestras sociedades existen dificultades para reconocer la violencia simbólica y otras formas de violencia que están muy naturalizadas, dado que se han ido instalando desde nuestra socialización temprana y por medio de distintos mecanismos de reproducción de la dominación masculina, como señala Bourdieu.
Trabajos de la ONG penquista Amaranta revelan que gran porcentaje ha sufrido alguna forma de agresión en el espacio digital y la mayoría de las veces la ejerce un conocido. Fenómeno tiene múltiples expresiones e impactos.
En conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, se realizaron conversatorios para generar consciencia en la población.
Hay formas de violencia tan arraigadas que ni siquiera están sancionadas y, por lo mismo, en general no se denuncian. es necesario cambiar el comportamiento social respecto de esta materia.
Es la mujer quien debe soportar en ambientes laborales masculinizados insinuaciones desde como se ve, hasta besos o agarrones indeseados pero normales. A más de alguna, la pandemia y el distanciamiento social le resulta un alivio. ¿Es eso normal? Claramente no.
Establecer el 19 de diciembre como el “Día Nacional Contra el Femicidio” no va a solucionar un problema que está arraigado en nuestra sociedad. Pero sí traerá más visibilidad para un tipo de violencia muchas veces encubierta.