La adaptación a los cambios es parte del presente siglo. Y las crisis, son hechos inesperados que aceleran esos cambios y nos exigen dar respuesta. Esto es lo que estamos viviendo con la actual pandemia, que ha provocado alteraciones bruscas en todos los ámbitos de la vida, y así también en la educación.
Las directivas socialistas, y de todos los partidos, son entidades controladas por los parlamentarios y los lotes que encabezan. La parlamentarización de los partidos con sus lacras, el clientelismo y los cacicazgos han corroído las bases de nuestra joven democracia y la eternización de los parlamentarios en sus cargos, lo que, a su vez, ha contribuido a la falta de credibilidad de la institución a la que pertenecen.
El Ius Puniendi, esto es, la potestad de crear delitos y establecer penas, pertenece de modo exclusivo y excluyente al Estado, ello por cuanto tan delicada labor, que permite disponer de la libertad de una persona (e incluso de su vida en aquellos Estados que contemplan la posibilidad de aplicar pena de muerte), no puede ni debe ser ejercida por los ciudadanos.
Se requiere contar con un buen sistema de testeo y rastreo. Se necesita contar con un líder como la primera ministra de Nueva Zelanda: una gobernante empática, que toma decisiones basadas en conocimiento.