Las pequeñas y medianas empresas son las que aportan el mayor porcentaje de absorción de mano de obra. Más en zonas rurales, donde escasean las oportunidades de trabajo.
Una vez terminado el primer impacto es que una de las grandes preguntas ha sido qué pasará con los restos de los venezolanos, y quién se hará cargo de ellos.
La demanda está presente. Son miles de personas que usan el Biotren, con una cifra que va en aumento y que esperan, así como ocurre en Santiago, una mejor oferta de transportes.
Una obra necesaria, que permitirá desplazamientos más rápidos y que podría significar, ojalá para muchos/as, optar por dejar sus vehículos en casa.
Este anuncio fue bien por empresarios agrícolas locales, quienes catalogan como muy necesaria a la mano de obra migrante. Una medida donde todos ganan y que es valorada por todos.