Lo que importa es que Chile decide y lo hace bajo un mecanismo impecable e internalizado en su quehacer democrático.
Esto revela las grandes diferencias que existen entre la percepción ciudadana y la realidad de la criminalidad durante los últimos 10 años en el Biobío.
Hay otro factor importante y es la conciencia de la ciudadanía respecto de no arrojar basura a la calle.
Ha sido un sueño e incluso promesa permanente, durante años. Una nueva forma de transporte público y masivo para la zona céntrica de la capital regional.
Hasta el momento, es un proyecto prometedor y que llegaría a dar un giro importante al servicio local. Uno que hace mucho tiempo pide y exige la zona, sus habitantes, y usuarios.
Más allá de las denuncias, lo que debe existir es conciencia de una convivencia adecuada en aquellos que quieren impedir dichos accesos. La ley es clara y esos espacios públicos son para todos los chilenos.