Gobernador Díaz criticó distribución policial, mientras que la Resistencia Mapuche Lavkenche se adjudicó el hecho, que definió como un “acto de sabotaje”.
Aún siguen las reacciones ante la seguidilla de ataques incendiarios que tuvieron como escenario distintas faenas forestales de la Villa Los Ríos, en Los Álamos.
A raíz de esto, La Moneda comenzó a tomar definiciones y, a la ya anunciada presentación de acciones legales, se confirmó, tal como ahondó Diario Concepción, en la firma de un convenio entre Interior y los gobiernos regionales del Biobío y La Araucanía para financiar la compra de 34 carros blindados y tres drones para Carabineros, cuyo uso será destinado a las provincias de Arauco, Biobío y Malleco, todo por un total de $5,5 mil millones.
A lo anterior, se suma la inclusión de los conductores de camiones al programa de reparación de víctimas.
Mientras, este viernes viajó hasta La Araucanía, el Director de Control de Orden Público de Carabineros, general Marcelo Araya, para reunirse con los tres jefes de zona (Octava, Novena y Macrozona Sur) y así coordinar medidas preventivas.
En este sentido, el gobernador Rodrigo Díaz cuestionó la eficacia que está teniendo el hecho de contar con dos mandos policiales para una misma zona. “Una parte de los trabajos es dirigido por la Macrozona Sur es un problema para nosotros, ya que su asiento está en la región de La Araucanía y eso supone que las personas que la dirigen no tienen una conversación directa con los actores del territorio, esta superposición de mandos debiera ser corregido”, apuntó.
La Resistencia Mapuche Lavkenche se adjudicó el ataque ocurrido la mañana del jueves en Los Álamos.
En un escrito, la ORT sostuvo que “las razones de esta acción responde al daño que la empresa Tramsa, dirigida por Juan Ramírez, ha realizado en el río Trongol cuyas aguas han sido intervenidas por años por sus maquinarias capitalistas, destruyendo la flora y fauna de esta zona de Nahuelbuta afectando irreversiblemente la vida mapuche”.
Y advierten al “gobierno winka de Boric le dejamos en claro que el desarrollo capitalista no es compatible con la vida mapuche. Que las forestales tienen fecha de término en Wallmapu, porque las seguiremos expulsando. Que los ríos son libres, como somos los mapuche”.