A raíz de la denuncia por posible colusión entre las empresas de ese mercado han surgido como alternativa nuevos actores que den mayor competencia al negocio.
De visita en Concepción, el candidato presidencial del PRO, Marco Enríquez-Ominami, se sumó a la iniciativa del Sindicato de Trabajadores de Enap, para que la estatal se sume a la venta de gas licuado. Todo esto tras el escándalo por la colusión de las empresas que son parte de ese mercado.
El candidato sostuvo que “debemos parar un abuso, y acá hasta los gerentes han sido abusadores, porque ellos después de trabajar en la empresa estatal se van a trabajar a la empresa privada. El Estado debe proteger a la ciudadanía y que se pague un precio justo. Hay países que distribuyen bencina y debemos mirarlo, acá estamos en la Corea del Norte del capitalismo”.
Iván Montes, presidente del sindicato de trabajadores de Enap, comentó que “hemos estado marginados de la distribución minorista del gas. Queremos que se concrete una iniciativa para distribuir gas a través de los municipios. Hoy, los 15 kilos de gas están a $28 mil, y nosotros cuando hicimos la denuncia, lo vendíamos a poco más de $8 mil”.
Montes reveló que ha sostenido encuentros con alcaldes de dos comunas del país para replicar el modelo de farmacias populares, pero en la venta de gas: Recoleta y Chiguayante.
En el caso de la última, el alcalde Antonio Rivas aseveró que “los valores de Enap están muy por debajo de las bencineras y, por lo tanto, son mucho más justos y asequibles (…). Es de justicia que los municipios, con una empresa estatal, instalen un servicentro de combustibles populares”.
Pero Enríquez-Ominami abordó otros temas. Respecto a la votación del cuarto retiro en el Senado, tildó de “cobardes” a los otros presidenciables de la oposición, por sus opiniones variables en torno al proyecto.
En relación a las amenazas que recibió la senadora Carolina Goic (DC), a través de redes sociales, por haber rechazado el proyecto, dijo que “ella se cruzó con una parte de Chile, pero no se deben tolerar las amenazas y las condeno. Pero la DC nos dijo muchas cosas, Boric igual y finalmente no tenemos cuarto retiro”.
Sobre la situación de la Macrozona Sur, indicó que “el Estado tiene una deuda con los mapuche y no mapuche, además hay que desagregar los problemas y trabajarlos por separado (…). Pero hay situaciones que son insostenibles como que se invierta en carros policiales, en vez de mejoras en agua potable rural”.
Tras conocerse la determinación de Enríquez-Ominami de competir en la presidencial, se produjo un quiebre con entre los senadores, Alejandro Guillier, Alejandro Navarro y el partido. De hecho, ambos renunciaron a la militancia.
Sobre esto, el presidenciable comentó que “no he conversado con él. Le tengo aprecio, es un buen senador y es injusto lo que ha dicho de mi”.
Explicó, además, que el quiebre tuvo su génesisi en la negociación parlamentaria. “Él sabe que no está dando todos los elementos. Siempre pudo competir su gente, pero no iban en cupo protegidos. De todos modos llevamos 150 candidatos”.
El senador Navarro dijo que “recomendé que si íbamos por fuera no tendríamos opciones parlamentarias. Él inscribió su candidatura, Marco era nuestro candidato en primarias”.
Según el senador, “las listas estaban armadas y nadie está protegido en este sistema electoral que causará estragos que lo creen igual al binominal, nadie tiene asegurado el puesto. No pedí protección para candidatos, lo que sí hice, fue defenderlo”.
Navarro acusó que “se priorizó la inscripción de ME-O, sabiendo que se quebraba una coalición, se invisibilizaba una lista parlamentaria. Si los dos senadores nos fuimos es porque algo se hizo mal. Estos juicios tan largos no viabilizaron la opción y nosotros no estábamos disponibles”.