Apruebo: Ítalo Zunino, vicepresidente nacional de Evópoli
– Estoy convencido que Chile necesita una nueva Constitución. El mundo ha cambiado y sigue cambiando cada vez a velocidades más crecientes. Nuestra sociedad y nuestro país necesitan reafirmar todo lo bueno que hemos hecho a lo largo de nuestra historia y corregir o incorporar aquellos aspectos que están ausentes o no están suficientemente resguardado. También, debemos incorporar los mecanismos para que nuestros hijos o nietos puedan, en el futuro, modificar aquellos aspectos que podrían ser necesarios en el mundo que ellos van a enfrentar.
– Creo firmemente en la democracia que todos hemos construido y que todos siempre debemos defender. No acepto que sectores radicalizados utilicen la violencia física e ideológica para asustar, atacar y amedrentar. Creo en la fuerza de mi voto y estoy convencido que quienes queremos un país libre y democrático somos muchísimos más y que así lo expresaremos en las urnas. Estoy convencido que, en la elección del 11 de abril del próximo año, los chilenos elegiremos a una gran mayoría de personas sensatas que recuperarán el diálogo y la capacidad de generar acuerdos duraderos relegando a los violentistas a sus posiciones que nunca debieron trascender. La democracia es la mejor arma contra los totalitarios y violentistas.
– Es una gran oportunidad para verdaderamente modernizar el Estado que debe siempre proteger a las personas resguardando sus libertades y derechos, independientemente de sus capacidades, de su color piel o de su condición sexual. No quiero un Estado que discrimine o que mal use los recursos que son de todos los chilenos ni que sea usado como agencia de empleo de la política.
– Quiero una Constitución que sea de todos, cuyo origen no permita ni siquiera la más mínima discusión; sólo de esta manera podremos enfocarnos en los aspectos realmente importantes para nuestra sociedad y para nuestra democracia.
– El proceso constituyente ya comenzó y nada podrá detenerlo. Respeto y entiendo a las personas que votan Rechazo, pero confío y espero que a partir del 26 de octubre nos unamos todos en una sola causa que es la de trabajar con la mayor fuerza y dedicación para presentar al país la mejor propuesta de Constitución y la mejor lista de candidatas y candidatos para ejecutarla.
Rechazo: Cristóbal Urruticoechea, diputado RN del Distrito 21
– La violencia no terminará con el Apruebo. A pocos días de las elecciones, los hechos evidencian que la violencia callejera no ha cesado. El “Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución” no cumplió con su finalidad de restablecer la tranquilidad después del estallido de octubre de 2019. No existe ningún antecedente serio e irrefutable que permita creer que el vandalismo y la violencia terminaran si es que gana la opción del Apruebo.
– El país dejará de crecer y recibir inversión. Realizar el proceso constituyente en medio de una de las pandemias más graves de las últimas décadas es un acto irresponsable, que impedirá el crecimiento y la recuperación económica, acrecentará la incertidumbre jurídica, impactará negativamente en los mercados y en las decisiones de inversión, y generará mayores índices de desempleo.
– La Nueva Constitución será escrita por los mismos de siempre. La señora Juanita no tendrá voz ni voto en la redacción de una nueva Carta Magna. La gran mayoría de los constituyentes serán personas provenientes de los partidos políticos tradicionales o que mantienen lazos de amistad con sus dirigentes. Serán los mismos personajes de siempre que quieren volver a la política y estarán pagados por el bolsillo de todos los chilenos.
– Los países serios no cambian sus Constituciones. Si queremos más prosperidad y mejores condiciones de vida para nuestros compatriotas, la solución no pasa por empezar a redactar desde cero el texto Constitucional. Los países serios, responsables y desarrollados reforman sus constituciones, pero no eliminan todo lo bueno y positivo que se ha logrado en décadas de esfuerzo y trabajo.
– Aumentará exponencialmente el número de políticos pagados por todos los chilenos. Actualmente, hay 155 diputados y 43 senadores, lo que significa que en total tenemos 198 parlamentarios. Y la Ley N° 20.840 (que sustituyó el binominal por el sistema actual) el número de senadores debe aumentar de 43 a 50 en las elecciones de 2021, lo que nos dará un número total de 205 parlamentarios. Si gana el apruebo, aumentará exponencialmente el número de políticos, entre parlamentarios y constituyentes, todos pagados por los chilenos.
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