Diversas opiniones dejaron las imágenes de parlamentarios entregando asistencia a vecinos de la región. Analistas consideran la acción como un arma de doble filo.
Polémica causaron en redes sociales las imágenes del diputado por el Distrito 19, Frank Sauerbaum (RN), entregando cajas de mercadería con su fotografía a familias afectadas por la contingencia social.
El parlamentario oficialista se defendió y dijo que esa ayuda fue gestionada de mutuo propio e incluso financiada con su dinero.
Sin embargo, el militante de RN no ha sido el único. El senador Felipe Harboe (PPD) ha entregado diez toneladas de harina y dos mil mascarillas lavables a diversas familias de la Región de Ñuble, las que financió con parte de su dieta.
En tanto, la senadora Jacqueline van Rysselberghe (UDI), y su hermano, el diputado Enrique van Rysselberghe (UDI), han realizado sanitizaciones en diversos sectores del Concepción, actividad que quedó plasmada en las redes sociales de la también presidenta nacional del gremialismo.
El senador, Alejandro Navarro (PRO), también ha salido a las calles a sanitizar para evitar la expansión de la Covid-19, aunque personalmente.
Pero quienes están interesados por llegar al municipio de Concepción también se encuentran realizando la misma actividad.
Camila Polizzi (Indep.), quien en entrevista con este medio en agosto de 2019 dijo estar interesada en una candidatura, ha liderado la campaña “Conce solidario”, donde ha entregado cajas con mercadería o sanitizando locales comerciales en barrios de la ciudad.
Marlén Pérez (Indep. pro UDI), quien dejo el Consejo Regional en octubre pasado, también ha estado entregado ayuda social durante la contingencia social. Durante los últimos días, por ejemplo, circuló un mensaje que se le atribuía la entrega de sacos de papas. La ex core dijo que se trató de un amigo a quien aconsejó. “Yo he estado todos los días en terreno y si quisiera sacar ventaja política hubiese subido fotos a mis redes sociales. Sacar ventajas políticas o hacer campaña en una emergencia es no entender nada”, manifestó.
Esta situación tiene un beneficio, ya que las personas reciben la ayuda sin importar de donde venga, pero a largo plazo los réditos no serán los mismos.
La académica de la UBB, Paulina Pinchart, dijo a La Discusión que “no está mal ayudar, pero hay momentos en la vida para hacer campaña política, y es legítimo; pero hay otros en que hay que ser consecuentes con el carácter de servidores públicos. Más allá de sanciones legales que pudiera haber, hay una sanción moral”.
Por su parte, Andrés Cruz, docente de la UdeC, opinó que está es una forma de limpiar la imagen ante la ciudadanía. “Esto es una forma de buscar réditos a largo plazo sabiendo que la ciudadanía tiene mala memoria y si pueden sacar un provecho lo van a hacer. Y para las candidatas nuevas es una estrategia de posicionamiento cuestionable”, sostuvo.
