El diputado Gastón Saavedra, coterráneo del puerto y viejo conocido de Jorge Ulloa, se mostró molesto por el tono del ministro y preocupado por una deslegitimación pública que a su juicio tendrá costos.
La a estas alturas célebre frase “No me digai (sic) lo que tengo que hacer”, con la que el ministro del Interior, Andrés Chadwick, silenció al intendente Jorge Ulloa, sigue trayendo coletazos, al menos, en la arena política regional. Y es que, más allá de las simpatías -o la falta de ellas-, a muchos no les gustó el tono patronal del ministro contra quien representa la máxima autoridad en el Bío Bío.
Es el caso de su coterráneo chorero, el diputado Gastón Saavedra, quien si bien no alcanzó a coincidir con él en la Cámara, lo conoció muy bien en sus años como alcalde de Talcahuano. “Yo en los zapatos del intendente, cuando me quitan el piso político, cuando me hacen hacer el ridículo público, obviamente golpeo la mesa y me voy”, señaló enfático a La Tercera.
Saavedra calificó el intercambio con Chadwick como un “error público garrafal”, apuntando sus dardos, también, al titular de Interior. “Esto es una deslegitimación pública que va a traer sus costos posteriores frente a situaciones que (el intendente) tenga que vivir la Región”, indicó.
Por lo mismo, se mostró preocupado por lo que viene para Ulloa: “Lo veo con poca base de sustentación política, porque es sólo el gobierno el que está en esto y no se incorpora a todos aquellos que a lo mejor podríamos aportar no siendo de gobierno. Las emergencias no tienen nombre ni color”, remató.