Elegir la bicicleta adecuada marca la diferencia en tu día a día. Conoce las características de los modelos urbanos y de ruta para tomar la mejor decisión.
¿Estás pensando en comprar una bicicleta, pero aún no has podido decidir entre una de ruta y una urbana? No te preocupes, aquí encontrarás la diferencia entre ambos modelos para que puedas llevarte a casa la opción perfecta para ti.
Las bicicletas urbanas están diseñadas para desplazamientos dentro de la ciudad. Se caracterizan porque son cómodas y prácticas, además de que permiten sentarse erguido en lugar de inclinarse hacia delante, como en las bicicletas de ruta.
Normalmente, requieren poco mantenimiento más allá de revisar los neumáticos, los frenos y la transmisión, por lo que son una gran alternativa si buscas un medio de transporte económico y que no requiera demasiada atención técnica.
Cabe mencionar que, dentro de la categoría de bicicletas urbanas, puedes encontrar sub-categorías con características que se adaptan a tu estilo de vida. Por ejemplo, están las bicicletas eléctricas urbanas, que te ofrecen la practicidad y confort de una bici clásica sin necesidad del pedaleo constante.
Las bicicletas de ruta, también llamadas de carrera, son vehículos ligeros y rápidos diseñados para circular por carreteras pavimentadas. Se caracterizan por sus ruedas y neumáticos estrechos, manubrios caídos, asientos pequeños y un gran número de velocidades (algunos modelos pueden tener 18 o más).
Ya que están construidas sobre una estructura ligera, tienen como principal fortaleza su gran desempeño aerodinámico. Por ello, son la opción favorita de los aficionados del ciclismo competitivo.
Las bicicletas de ruta y las urbanas tienen diferencias importantes que influyen tanto en la experiencia de conducción como en el tipo de terreno en el que puede usarse cada una. Entre estas están:
Las bicicletas de ruta suelen venir con un conjunto de características básicas: Cuadros ligeros, sin horquillas de suspensión, neumáticos finos y altos, distancias cortas entre las ruedas y un manubrio caído. De igual forma, tienen piezas más ligeras y neumáticos más finos.
En las bicicletas urbanas, por el contrario, el manubrio se posiciona por encima del asiento. Esto marca la diferencia en la postura del ciclista. Además, el cuadro es más pesado y grueso, con una mayor distancia entre las ruedas.
Las bicicletas de ruta están pensadas para alcanzar altas velocidades sobre el pavimento. Aunque todo depende de la experiencia y condición física del ciclista, cuando se practica el ciclismo de ruta en elevaciones relativamente planas, la velocidad media de estas bicicletas es de 23-29 km/h.
En cambio, las bicicletas urbanas son ideales si buscas un modelo que te lleve cómodamente a tu destino y de vuelta, pero sin especial énfasis en la rapidez.
Por un lado, las bicicletas de ruta están diseñadas para conducirse sobre pavimento. Esta es una diferencia clave, pues rodar en otro terreno (como la grava) puede deteriorar rápidamente las ruedas.
En cambio, las bicicletas urbanas son perfectas para circular por carreteras pavimentadas y superficies asfaltadas, pero también tienen la capacidad de soportar senderos suaves al aire libre.
En definitiva, es importante pensar en el uso final que quieres darle a tu nueva bicicleta, para que así puedas elegir el modelo adecuado según el tipo de terreno. Por último, también toma en cuenta tus gustos y necesidades para que puedas escoger la que mejor se adecúe a ti.