Dentro de los factores de riesgo que puede propiciar el suicidio se encuentran el acoso escolar, los trastornos mentales, conductas autolesivas o consumo de alcohol y drogas.
En Chile el suicidio es la segunda causa de muerte en jóvenes de entre 10 y 19 años. De cada joven que pone fin a su vida, hay otros 20 que lo han intentado y 50 lo han pensado.
Bajo este marco, el Ministerio de Salud elaboró la primera guía para la prevención del suicidio en espacios escolares, documento que entrega a la comunidad pautas y estrategias para detectar factores de riesgo en los jóvenes y el cómo actuar correctamente frente a estas situaciones, consignó La Tercera.
El escrito, que contó con la participación de expertos y padres de víctimas de esta conducta, va dirigido a profesores, directivos, escolares, familiares y a la comunidad de los colegios de primero básico a cuarto medio.
“Uno de los mejores lugares para percibir estos factores son los colegios. Además, todas las personas que están en contacto con un adolescente pueden levantar una alerta y protegerlos, por ello el objetivo es educar a quienes tienen relación con ellos”, explicó la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza.
Dentro de los factores de riesgo que puede propiciar el suicidio se encuentran el acoso escolar, los trastornos mentales, conductas autolesivas o consumo de alcohol y drogas.
La guía también define a las poblaciones más vulnerables, como los pueblos indígenas o migrantes, además de describir las señales de alerta, directas e indirectas, que pueden esbozar los jóvenes, y los distintos cursos de acción a tomar.
Respecto a los nuevos roles que recomienda incluir está el cargo de “facilitador comunitario” en los colegios, quien tendrá la obligación de mantener cercanía con los estudiantes, de manera que pueda pesquisar de forma rápida y fácil a los jóvenes en riesgo. A su vez, incorpora un cuestionario que permitirá evaluar el riesgo real de una conducta suicida, la que incluye categorías de peligro en que se encontraría un estudiante vulnerable.
La psiquiatra infanto-adolescente de la Universidad de Chile, Vania Martínez, explicó que el cuestionario replica la Escala de Columbia para evaluar la severidad de los casos. “Te dice qué acciones se deben tomar ante mayor riesgo. Está hecho para que cualquiera lo pueda aplicar”, indicó la especialista.
En la misma línea, el psicólogo de World Vision, Jorge Escudero, valoró la utilidad de la guía para identificar señales. “De alguna manera, en la adolescencia se suele tener esta creencia negativa que relaciona como normal que el adolescente esté bajo de ánimo, que esté mal y el pensamiento frente a eso es que ´se le va a pasar´. Entonces, es bueno plantearse que a veces eso no es tan normal y que hay toda una teoría detrás que dice que hay que preocuparse”, señaló Escudero, quien además aseguró que esto se trata de un primer paso y que toda la sociedad se debiera involucrar en la prevención.
A través del documento, el Ministerio de Salud busca generar un clima escolar protector, con la identificación de trastornos y problemas mentales en los jóvenes, educar sobre el suicidio, presentar protocolos para actuar frente a intentos de esta acción, con el fin de evitar que se replique.
A los estudiantes provenientes de pueblos indígenas, migrantes o que se identifican como lesbianas, gays, bisexuales, trans o intersex (LGBTI) se les debe prestar especial atención. Asimismo, son ellos quienes presentan una mayor vulnerabilidad asociada a factores de riesgo, dados por la exposición a discriminación.